jueves, 7 de octubre de 2010

FAIR PLAY, PLEASE

Se dice, creo que con razón, que el fútbol, por su gran arraigo popular, termina siendo el reflejo de un país.
Hoy podríamos decir que Bolivia está como su fútbol, envuelto en polémicas, una de ellas, la última, a raíz de los artículos 16 y 23 del proyecto de ley antirracismo.
Siguiendo con el parangón futbolero, se me ocurre que esta ley, y en especial los artículos citados, se convierten en peligrosos, porque, según mi modesta opinión, al igual que el Reglamento que aplican los árbitros de fútbol, estarán sujetos a una interpretación, con el riesgo que ello implica.
Asimismo, como periodista (lo de "deportivo" viene después de mi formación) me da la impresión que desarrollar esta labor bajo la polémica ley, será como caminar en un campo minado, donde cualquier distracción o paso en falso pueden costar muy caro.
Al margen de si se promulga o no está ley antirracismo, habría que exigir que se sancionen otras leyes para tratar de poner fin a males que en esta época se han convertido en moneda común. Por ejemplo, una contra el abuso de poder, otra que sancione la prepotencia, otra que castigue la venganza, y una más que ponga freno al rencor.
Porque, tal como lo grafica muy bien Javier Menchaca "Mencho", del diario paceño La Prensa, eso es parte de nuestra realidad, y como se sabe, la única verdad es, justamente, la realidad. Entonces, vale parafrasear la campaña de FIFA: Fair play, please. Por si no se entiende: juego limpio, por favor.

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