lunes, 25 de octubre de 2010

VENTAJA PARA CLAUSEN

Bolívar y Oriente, Clausen y Quinteros, o una historieta de ventajeros y llorones, según el calificativo que se dan estos dos protagonistas del partido que tiene rótulo de clásico nacional, pero que ayer tuvo más pleito fuera que dentro de la cancha.
Ambos, Néstor Clausen y Gustavo Quinteros, ganaron espacio en la cartelera de esta especie de culebrón mediático que tiene varios capítulos y que arrancó hace un par de meses, cuando Oriente pedía gestos solidarios de sus adversarios de turno para postergar partidos durante su participación en la Copa Sudamericana. Recordemos un par de episodios.
Es el torneo de la ventaja y el campeón será campeón de la ventaja, dijo Quinteros cuando Bolívar (Clausen, en realidad) no aceptó porstergar por segunda vez el encuentro de la primera rueda entre ambos equipos.
Un par de semanas más tarde, una vez que Oriente fue eliminado de la Copa Sudamericana y había perdido ante Bolívar como local, con elenco de juveniles, el director técnico albiverde anunció en voz alta: "a los ventajeros les digo que vamos a pelear hasta el final".

Clausen, recién llegado a Bolívar, se cansó de las insinuaciones de su coterráneo y le respondió diciéndole que estaba "agrandado" por los buenos resultados que había logrado Oriente en ese momento, agregando que "siempre hablé bien de él y ahora sale con declaraciones que no corresponden".
Está claro que no se tienen simpatía, algo normal si se toma en cuenta el celo que hay entre los entrenadores, y como dos divas de telenovela tercermundista que disputan el estrellato impulsadas por su gran ego, no dejan de provocarse y tirarse dardos. Y la mayoría de las veces, ni siquiera se nombran.
En la víspera, la telenovela sumó un nuevo capítulo, tras la victoria de los bolivaristas ante los orientistas, que mantiene a los vencedores en la cima de las posiciones y que a los derrotados les merma posibilidades en la lucha por el título del torneo Clausura.

Esta vez, Quinteros no lo llamó ventajero, pero lo provocó con sutileza, declarando que Oriente había perdido en forma inmerecida y que Bolívar ganó, injustamente, llegando sólo dos veces al arco rival.
Clausen no se calló. Dijo que le habían comentado que "en el otro lado (camarín de Oriente) están diciendo que llegamos dos veces...está acostumbrado a llorar... es una falta de respeto, hay que saber perder y reconocer lo que hizo el rival". Y remató la entrevista radial señalando, con un dejo de ironía, "le ganamos al supuestamente mejor equipo de Bolivia".
Cada cual, a su estilo, llevó agua para su molino. Aunque, Quinteros tiene razón, Clausen sigue sacando ventaja, pero, por si quedan dudas, habrá que aclarar que en buena ley.


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