Está claro que el presidente de The Strongest, Kurt Reinstch, es todavía un novato dirigente de fútbol. Sus reacciones y rabietas delatan esa falta de experiencia para asimilar los malos tragos, como son los errores arbitrales.El domingo The Strongest fue perjudicado por un fallo equivocado del juez de línea, es cierto, pero tampoco es para armar semejante escándalo por una error que, para mí, tiene que ver más con una falta de aptitud (concentración, tranquilidad, interpretación de la norma) que con la mala intención.
No descubrimos nada señalando que los errores arbitrales están a la orden del día en el fútbol, acá, en Argentina, en España y en la China. Y no se trata de caer en el mal de muchos, consuelo de tontos, simplemente, es una realidad.
Me resisto a creer que haya algo premeditado a favor de algunos y en contra de otros, como insinúa el presidente atigrado. El Tigre no sería el último campeón si existiese una confabulación en su contra.
Otra cosa. Reinstch dice que “no es posible que le hagan daño a un equipo que acaba de salir campeón”. En realidad no se tiene que perjudicar a nadie, ni al campeón ni al último de la tabla.
El directivo atigrado amenazó con renunciar para enjuiciar a los árbitros y jueces de línea. Sería bueno que no lo haga y que los temas del fútbol se resuelvan donde tienen que resolverse. Además, si se marcha, a pocos les va a importar.
Esto recién empieza, seguramente The Strongest podrá recuperar terreno y hacer justicia por mano propia, jugando bien y ganando, que no se entienda mal.
No hay comentarios:
Publicar un comentario