Las acusaciones van y vienen. Los rumores y comentarios también. Todo gira en torno a la última fecha del torneo Apertura que tuvo un final polémico con la consagración de Bolívar como campeón y el despojo del título por actuación antirreglamentaria de uno de sus jugadores, el argentino Mainguyague.
A raíz de ello, en Bolívar hablan de un "fútbol podrido" en el que ciertas influencias perjudican a unos para favorecer a otros, un fútbol en el cual se arrebatan títulos en mesa tras haberlos conseguido en cancha de manera legítima.
Sin embargo, no se reconoce que fue un error haber incluido a Mainguyague pese a que minutos antes de que Bolívar juegue ante Real Mamoré, un importante dirigente de la Federación Boliviana de Fútbol advirtió al presidente del club paceño que el zaguero argentino no estaba habilitado pese a que Newels Old Boys había aceptado la prórroga de su contrato por unas semanas más.
Asimismo, quedó en claro un desconocimiento del Reglamento de parte de los directivos paceños, ya que no se puede habilitar a un jugador en cualquier momento, que el Libro de Pases se abre y se cierra en determinadas fechas.
Por otro lado, de un importante dirigente del fútbol nacional, nos llegó la información que un también importante club liguero habría ofrecido 50.000 dólares a un club chico en un encuentro decisivo para que no ofrezca resistencia y que los puntos "se los devolvería" en el próximo torneo. La respuesta habría sido un ¡NO! grande y sonoro.
Y esto no quedará ahí, según nos confió nuestro informante, porque quien recibió la propuesta de soborno denunciaría el hecho en reunión del Consejo Superior, y dice que lo hará "con nombres y apellidos".
Además, poco antes del partido de marras, el club que ofreció dinero, también habría tentado con un suculento contrato (alrededor de 100.000 dólares) a uno de los jugadores de mayor experiencia de este club chico. Este futbolista aprovechó la oferta y presionó a los directivos para que le aumenten el sueldo, ya que lo contrario no se presentaría a jugar el cotejo clave.
La intención, se comenta, era que el club le proponga la rescisión del contrato de mutuo acuerdo y de esa manera tener el camino libre para firmar por el otro club. Pero le salió el tiro por la culata, porque el club con el tiene el compromiso laboral le advirtió que si no se presentaba lo demandarían por incumplimiento de contrato, y le obligarían a pagar daños y perjuicios.
El jugador que recibió la inoportuna e indecente propuesta , finalmente actuó en el decisivo partido y, casualmente, habría cometido una falta que posibilitó un gol del equipo contrario.
¿Fútbol podrido o fútbol prohibido? Las dos cosas, aunque hubo alguien que actuó con decencia, quizá obligado porque su equipo necesitaba los puntos, pero lo hizo. El fútbol boliviano, agradecido.
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