lunes, 31 de agosto de 2009

QUE NO SE CANSE BOYERO...

Blooming está vivo porque tiene a un incansable Hernán Boyero. Mientras todos hablan de agotamiento por la seguidilla de partidos, desde el entrenador hasta el utilero, el cordobés riega la cancha con sudor y goles.
Ayer, ante Wilstermann, Boyero se dio tiempo para todo. Primero, para aprovechar el blooper del golero Suárez, y empujar al fondo del arco rival una pelota que el arquero no pudo retener. Después, para culminar con otro cabezazo un excelente contragolpe y un gran centro de Alvarez, que definió el partido. Finalmente, para ayudar a defender cuando hizo falta, en especial en las jugadas de pelota detenida.
Blooming repitió deslucidas actuaciones y le costó ganar, aunque tuvo cuatro ocasiones para aumentar. La inseguridad del golero Jemio, co-responsable en el gol de Wilstermann, aunque después se rehizo atajando un par de pelotas complicadas; los yerros de la defensa y la nula capacidad de sus mediocampistas para controlar y administrar bien la pelota, desdibujaron totalmente su fisonomía.
Wilstermann lo complicó por momentos con su mejor trato de pelota y sus intentos ofensivos, y estuvo cerca de la igualdad.
Como otras veces, a Blooming lo salvó el oportunismo, la impronta goleadora y la solidaridad de quien hoy no sólo su jugador más valioso, sino el alma de un equipo que sigue buscando su rumbo.

* Foto El Deber.

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