miércoles, 23 de diciembre de 2009

TIEMPO DE BALANCE

Fue una temporada que no alcanzó a ser buena, apenas regular, por el rendimiento poco satisfactorio y con muchos altibajos de los participantes en el torneo liguero. Vamos uno por uno, de acuerdo a los logros obtenidos.
BOLÍVAR. Empezó bien, obteniendo la Copa AeroSur y el torneo Apertura. No le sobró brillo pero tampoco le faltaron méritos para erigirse como el mejor del primer semestre, gracias a la estructura sólida que consiguió con Gustavo Quinteros. En la segunda parte del año, siguió siendo protagonista pero careció de la contundencia y eficacia que necesita un aspirante al título. A causa de ello perdió las finales del Clausura, con Quinteros, y el Play Off, con el colombiano Santiago Escobar.
BLOOMING. Arrancó mal con Sergio Apaza, que duró poco en el cargo, lo mismo que algunos refuerzos, como Castilla, Diómedes Peña, Adriano Pimenta. No mejoró con el uruguayo Pablo Repetto, pero, finalmente, levantó cabeza con el argentino boliviano Víctor Hugo Andrada. Con Copito obtuvo fue campeón del Clausura, sorprendiendo a propios y extraños. De ser un equipo sin recursos ofensivos, se convirtió en un onceno combativo, que liquidó a sus oponentes en base a convicción.
REAL POTOSÍ. Estuvo muy cerca del título en el Apertura, decayó en el Clausura y recuperó terreno en el Play Off, certamen que ganó por segundo año consecutivo. Sergio Apaza, tras su fracaso en Blooming reemplazó a Vladimir Soria, armó un equipo con vocación ofensiva y mucho despliegue físico.
ORIENTE PETROLERO. Le faltó siempre el centavo para el peso. Contó con uno de los mejores planteles, sin embargo, no terminó de consolidarse como equipo, por empezó el año con Tucho Antelo, lo reemplazó el argentino Vitamina Sánchez y acabó la temporada con Marco Antonio Etcheverry. Colmó expectativas sólo en algunos partidos de cada torneo.
SAN JOSÉ. No terminó de acomodarse como equipo. Luís Orozco no logró darle solidez ni un perfil definido. Sintió mucho la ausencia del brasileño Da Rosa cada vez que éste no jugó. Con Marcos Ferrufino no le fue bien en el Play Off.
THE STRONGEST. Fue otra vez víctima de la inestabilidad que reina en este club. Recurrió a su jugador Sandro Coelho como entrenador de emergencia para sustituir al argentino Julio Toresani y con él enderezó un poco el rumbo, aunque al final volvió a quedarse con las manos vacías, tras ser eliminado en las semifinales del Play Off.
UNIVERSITARIO. Se fue Eduardo Villegas a inicios de temporada, después de realizar un buen trabajo, y llegó el argentino Carlos Leeb.
Sintió el cambio de entrenador y recién en la última parte del año mostró un buen funcionamiento.
LA PAZ FÚTBOL CLUB. Pobre año para el equipo paceño. Muchos entrenadores (Víctor Barrientos, Félix Berdeja, Ramiro Vargas) y un plantel nuevo que no terminó de armarse como equipo.
AURORA. Tuvo un desgaste al disputar la Copa Libertadores que acabó con la renuncia de Julio César Baldivieso y el alejamiento de jugadores importantes. La Llegada de Richard Cueto no mejoró el panorama.
REAL MAMORÉ. Cumplió su gran objetivo, que era eludir la zona del descenso, pese a los constantes cambios de entrenador: Gustavo Romanello, Luís Galarza, Jorge Zambrana, Antonio Gottardi y Marcos Ferrufino.
WILSTERMANN. Se salvó con angustia del descenso en la peor temporada de su historia. Conservó la categoría al derrotar a Ciclón de Tarija en el descenso indirecto. Eduardo Villegas tuvo mucho que ver en la salvación porque logró rearmar a la apurada un equipo que no encontró el rumbo con Mauricio Soria primero y Luís Galarza después.
NACIONAL POTOSÍ. Fue la sorpresa del Apertura, torneo del cual fue líder en varios momentos, bajo el mando de Víctor Hugo Andrada. Sin embargo el desatino de sus dirigentes hizo renunciar a Andrada y se fue al descenso con Vladimir Soria.

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