Blooming encontró este domingo ante Petrolero del Chaco un poco de esa paz y tranquilidad que necesita para empezar a salir del crítico momento que atraviesa dentro y fuera de la cancha.
La academia se quedó con tres puntos en un encuentro en el que no fue que el hizo mejor las cosas, especialmente en la primera etapa, lapso en el que el cuadro de Yacuiba tuvo las mayores y las mejores opciones para anotar.
Blooming encaminó el triunfo con una acción desafortunada del zaguero Romero que anotó en contra tras un buen centro de Joselito Vaca y lo aseguró con un lindo gol de cabeza de Hugo Bargas, tras preciso envío de Ortiz.
Tuvo la suerte y la virtud de resolver el problema futbolístico en el primer tiempo, cuando menos méritos había realizado para estar en ventaja y más dificultades tenía para imponer su desordenada propuesta.
La seguridad de Galarza, el aporte goleador de Bargas y el empeño de Boyero sostuvieron a un equipo que, una vez más, mostró carencia de juego colectivo y la ausencia de un libreto definido. Clausen, que está hace once meses en el cargo, aún no logra darle un perfil ni armonía la juego.
Todo se desarrolló bajo el runrún de lo que sucede institucionalmente, la gran deuda a pagar que tiene el club y que obliga a aguzar el ingenio para conseguir los recursos que hacen falta y la publicación de un diario sobre el embargo preventivo de la sede social.
Además, la situación de algunos jugadores, quienes habrían perdido la confianza del director técnico Néstor Clausen, entre ellos Loayza y Rivero; y el malestar por el bajo rendimiento de otros en el cotejo de ayer, es especial de Arguello.
Ante tantos problemas, por lo menos encontró ese poco de paz que necesita para tener mejores días.
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