Maestros, eso es lo que hace falta en el deporte boliviano. Gente que guíe a quienes enseñan. Habría que buscarlos, ahora que hay un ministerio, para que ayuden al deporte boliviano a tomar un mejor un mejor rumbo.
El periodista argentino Ezequiel Fernández Moores, en una de sus excelentes notas para el diario La Nación, nos hace conocer a un personaje del deporte que destila sabiduría y que bien podría darnos una mano para cambiar de mentalidad.
Se trata de Julio Velasco, hoy entrenador del seleccionado argentino de voleibol, que, entre otras cosas, trabajó con éxito en Italia, recién tuvo una experiencia en Irán y referente de Pep Guardiola.
Velasco entiende el deporte como lo que debería ser, una competencia sana, que sirve también como escuela de vida. Acá algunas de sus frases que muestran su manera de ver las cosas.
"Ganar está bien, pero vivimos en una sociedad que pretende que la vida sea un campeonato. 'El auto de los campeones'. 'La comida de los campeones'. En Barcelona 92 perdimos por una sola pelota, pero nadie recuerda esa circunstancia. Simplemente perdimos. Así es el deporte. Pero la vida no es así".
“El deporte, sabemos, es educativo pero las escuelas le temen a su competitividad. No ven acaso que esa competencia sirve también para aprender a perder. Los deportistas sabemos que no se puede ganar siempre. Y yo estoy orgulloso de nuestras victorias, pero también estoy orgulloso de nuestra derrota en los Juegos Olímpicos, porque no culpamos al árbitro, al dirigente, al entrenador o a un compañero. Dijimos que perdimos porque el rival fue mejor”.
Combatimos la cultura de la excusa, ese método paralizante de que perdemos culpa de algo externo. Le digo a los jóvenes que busquen ganar, pero no crean que el mundo se divide entre ganadores y perdedores, sino entre buenas y malas personas. Porque puede haber malas personas entre los ganadores y también puede haber buenas personas entre los perdedores"
"Tenemos que ser orgullosos, pero no arrogantes; agresivos, pero con fair play; competitivos, pero honestos; respetuosos de todos, pero sin miedo a nadie; correctos, pero también rebeldes" y "no confundir garra con histeria". Empresas italianas lo invitaron a hablar sobre recursos humanos. "Parece que las empresas -inició más de una vez su ponencia- están descubriendo que tienen personas".
Por si acaso, no es un perdedor: Ganó cuatro campeonatos Metropolitanos con Ferro de 1979 al 82. fue tetracampeón italiano entre 1986-89 con el Panini Modena, 2 campeonatos mundiales con la selección de Italia, 5 World Leagues, 3 títulos europeos y logró medalla de plata en los Juegos de Atlanta 96.
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