Fue como volver una vieja película. Tanto protagonistas como el libreto conocidos, aunque con algunas pequeños detalles que marcaron grandes diferencia a favor de Sport Boys sobre Blooming.
El brasileño Anderson y el “canterano” Fierro se reencontraron con la academia, pero esta vez defendiendo la camiseta azul de los warneños y no la celeste con la que se los conoció hace varios años, y le hicieron daño.
Anderson, que pasó una buena temporada con la celeste, y Fierro, formado en las divisiones menores bluministas, se encargaron de oscurecer un presente que parecía resplandeciente para este Blooming que busca un mejor futuro.
Tres goles suyos liquidaron a un Blooming que volvió a ser el desorientado equipo del pasado torneo, incapaz de reordenarse en la cancha cuando las cosas van mal.
Vivió una de sus peores días (Díaz) y tampoco su técnico, el Chavo Díaz, supo encontrar solución a los problemas, ni los encuentra en la semana al parecer, ya que la academia sigue siendo muy débil en el mediocampo y frágil atrás, lo que lo convierte en un equipo totalmente vulnerable.
Sport Boys lo desnudó con un juego práctico y una contundencia que vale oro porque permite encaminar los partidos y acomodarse mucho más fácil al partido.
Blooming dejó pasar la oportunidad de estar tranquilo y empieza a ceder terreno, achicando su margen de error. Si no corrige el paso, vendrán peores días.
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