A PONER LA PELOTA AL PISO

El fútbol cruceño está sufriendo un gran daño y nadie se da cuenta. Todo por el canibalismo mediático al que se prestan todos los actores de este hermoso y noble juego, que tiene en nuestra ciudad al clásico entre Blooming y Oriente Petrolero como su máxima expresión.
La agresión de un hincha de Blooming a un jugador de River Plate de Montevideo, primero, y la ya famosa y vergonzosa patada voladora de Sergio Jáuregui a Leonardo Medina, después, han dado lugar a la aparición de actores secundarios que aprovechan la espectacularidad de los hechos para generar un escándalo mayúsculo y de esa manera tener espacio y voz en los medios, distorsionando lo que en realidad es el fútbol cruceño.
Periodistas y dirigentes nos dejamos llevar por la emoción y nos convertimos en jueces implacables, seres infalibles, verdugos con derecho y autoridad para hacer rodar cabezas, personas intolerantes del error ajeno e insaciables leñadores del árbol caído, cuando en realidad tendríamos que ayudar a que prime siempre la cordura.
Medina es capaz de perdonar a Jáuregui, nosotros, no. Ojo, perdonar en este caso no significa librarlo de sanción alguna, sino entender que el ser humano es imperfecto y como tal puede cometer errores.
No estamos sugiriendo barrer bajo la alfombra, sino cumplir con el rol que nos compete, actuar con la serenidad necesaria, no condenar la violencia siendo violentos, respetar a las instituciones y a sus instancias, en este caso al Tribunal de Justicia Deportiva de la Liga, dejar de presionar a quienes tienen que juzgar, y que los temas del fútbol se resuelvan en ese ámbito.
El fútbol cruceño está sufriendo un gran daño y algunos no se dan cuenta. Quienes no tienen simpatía con esta región se están frotando las manos por la gran oportunidad que les brindan para lanzar dardos, aumentar el volumen de los hechos y echar más leña al fuego, con un fin obvio, el desprestigio.
Los culpables de los hechos apuntados tendrán su sanción. Punto y aparte. El fútbol cruceño, Blooming, Oriente Petrolero, continúan transitando por la vida, disputando partidos. Habrá que aprender de los errores cometidos, qué duda cabe, pero hay que dar vuelta a la página.
Por el bien y la salud del querido fútbol cruceño, estamos obligados de manera civilizada ante los hechos de barbarie. No le hagamos más daño, que hay muchos disfrutando a costa nuestra.