miércoles, 22 de febrero de 2012

CAYÓ EN UN HOYOS

Desazon-Frontini-Valverde-Ferreira-reclamos_LRZIMA20120222_0029_7Ángel Guillermo Hoyos no quiere dramas por la derrota y está bien, así debe ser, pero debería ser un poco más autocrítico a la hora de analizar a Bolívar en lugar de recurrir a argumentos que terminan siendo excusas.
Hoyos empieza por ver las fortalezas del rival, Unión Española, pero deja de lado las debilidades de su equipo que están a la vista, por ejemplo, lo mal que defiende. Si se fija en la Española que repare, entonces, en el juego colectivo y la capacidad de reacción de ésta para que su equipo intente lo mismo.
Se aferra en que errar es humano, y es verdad, pero cuando los errores se repiten una y otra vez, como sucede en Bolívar, tendría que prestar un poco más de atención al por qué de esos yerros a la hora de defender y tratar de corregirlos.
Hoyos nombra a los juveniles Justiniano y Siquita como logros de su gestión, y es cierto, pero no reconoce que se equivocó al sustituir a  Justiniano porque era el único volante de contención que le quedaba ante la lesión de Scaglia, y que incluyó al novato Siquita en un partido que empezaba a complicarse y que en ese momento requería, quizá, un jugador diferente.
Asimismo, hace referencia a la frase convertida en cantaleta “no éramos unos fenómenos antes ni somos un desastre ahora” para defender a su equipo de las críticas.
La realidad indica que Bolívar jugó bien en Chile y mal en La Paz. Y si mejora en su próximo partido, regresarán los elogios. Es la ley del fútbol, guste o no.

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