Fue un duelo totalmente disparejo el de las dos academias. Bolívar se mostró de entrada seguro de sus posibilidades, con ganas de hacer valer su localía, imponer sub ritmo de juego, sumar su primer triunfo y demostrar su indiscutible superioridad. Y lo logró.
Blooming, al contrario, se presentó con la premisa de correr poco, guardar energías, sin pretensiones ofensivas ni un norte definido, fue un equipo sin fe, desabrido, desanimado, vulnerable y apático. Y así le fue.
Para Bolívar todo fue fácil por su deseo de ganar y por las facilidades que le brindó el rival. Cada vez que aceleraba generaba una situación de gol. Por eso Álvarez, en función de volante, hizo dos goles, lo mismo que Suárez, el sub 20. Flores también se anotó entre los artilleros con un golazo.
Blooming lo hizo todo difícil para sí mismo. Galarza se “comió” el primer gol, la zaga fue una coladera, el mediocampo un cúmulo de errores y los atacantes, un par de jugadores sin son ni ton, y, lo que es peor, sin entusiasmo. Boyero, cuando ingresó, demostró lo que es tener compromiso con su camiseta aún perdiendo por goleada.
La realidad indica que Bolívar, hoy, es mucho más que este Blooming sin alma y sin juego.
* Foto diario El Día.
1 comentario:
Sinceramente como bluminista lo digo.....los 11 que jugaron ayer no jugaron a nada parecia un partido por cumplir.....nadie puso ganas ni empeño ni se preocuparon por ellos mismo y mucho menos por el equipo.....en realidad lo de ayer daba verguenza .....los defensas no se movian no metian la pierna nose sino querian o no podian pero pareciera que no querian por que ya lo tenian perdido el partido desde un principio.....boyero como siempre el unico que intenta y sabe el comprimiso que se tiene con Blooming....pero esta entrado en años y no puedo cargarse solo al equipo....
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