Le era imperioso ganar tras la inesperada caída ante Real Mamoré y la polémica como vergonzosa derrota frente a The Strongest, que cundieron de preocupación y malestar el campamento albiverde, pese a que el certamen recién empieza.
Ramacciotti estaba nervioso y sensible por las caídas, se enojó con quienes le insinuaban renunciar por el par de derrotas consecutivas de visitante (¿no piensa renunciar? le preguntó un afligido reportero entre semana), se escudó en ausencias obligadas, chances para “los pibes” (?) y fallos arbitrales, que algunos tomaron como excusas. Por todo esto el entrenador necesitaba de una victoria como pocos.
Y el ansiado triunfo llegó ayer, en la tercera fecha, haciendo valer la condición de dueño de casa, tras situaciones adversas que supo sortear gracias al empuje que muchas veces insuflan la necesidad y el deseo de algo, en este caso, la victoria.
La U, ese equipo bien estructurado, ordenado y veloz que armó Eduardo Villegas, no se la hizo fácil. Lo controló con su disciplina táctica y lo sorprendió al comenzar el segundo tiempo, con un gol de Gallegos.
Oriente había sido demasiado pasivo, remolón, en el primer tiempo, porque a Mojica se le acabó rápido el entusiasmo y cayó en la intrascendencia al igual que Aguirre, Saucedo, el juvenil Ágreda y el debutante Raymonda. Arriba, el peruano Alva, que también se estrenaba con la albiverde, insinuaba algo con su intención de asociarse al juego, pero sin llegar a concretar nada.
En el complemento, Oriente impuso un mejor ritmo al juego, aceleró un poco, y empezó a acercarse al arco de Universitario, especialmente por el sector derecho, donde el Gato Zabala le dio mayor agresividad.
Los goles para el triunfo le llegaron aprovechando un de licencias defensivas de la U. Primero Hoyos aprovechó un rebote para el 1 a 1 y luego el zaguero López metió en su arco un centro de Zabala, para el 2 a 1.
Así se encontró con el triunfo Oriente. Sufriendo al comienzo y disfrutando al final. ¡Menos mal!, porque Ramacciotti estaba al borde de un ataque de nervios.
* Foto diario El Deber.
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