Los dirigentes del fútbol boliviano nunca tienen algo que ver con los problemas que se presentan a su alrededor y en el que el nombre de sus instituciones está involucrado.
Si hay muertos de hinchas a causa de las entradas que sus clubes entregan a los barras bravas para que ingresen gratuitamente al estadio, ellos dicen no ser responsables de la disputa por las mismas.
Esos mismos hinchas convertidos, varios de ellos, en forajidos, representan a su club, sin embargo, dicen, que, aunque llevan los colores y el nombre de su institución, siguen sin tener nada que ver.
Pese a que las entradas que ellos regalan son uno de los principales motivos de las batallas, las siguen entregando religiosamente, sin pensar en una sanción por lo mal que los hacen quedar y por el dolor que causan a algunas familias y el problema que representan a la sociedad.
Tampoco son responsables de los desbarajustes que arman al aceptar fallos de tribunales que pueden ser anulados por instancias superiores, por decisiones irrisorias.
Por ejemplo, permitir que el torneo Apertura continúe en juego con un tema pendiente, el de San José-Aurora, a raíz de un fallo inédito, en el que el Tribunal de Justicia Deportiva resolvió “salomónicamente”, dándole la razón a Aurora y otorgándole el triunfo, aunque “sin resultado” para no afectar los intereses de San José (por el tema de los cinco extranjeros en cancha).
La Liga, su comité ejecutivo, permitió esta irregularidad escudado en un supuesto “respeto” a las normas, pero a la vez, vaya contradicción, obvió al tribunal de FBF y la posibilidad de que anule el fallo anterior.
Ahora, Aurora reclama sus derechos, ya que de acuerdo al fallo de la FBF, tendría que haber jugado las semifinales con Universitario, que terminó definiendo el título con The Strongest.
La Liga se aferra a que los acontecimientos impidan retroceder en el tiempo para que las cosas sean como debieron ser.
Si en esto se lava las manos, qué se puede esperar en el tema de la violencia. La salud del fútbol no es cosa de ellos, aunque esté malherido y pidiendo mayor atención.
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