“Rama” no logró darle una identidad definida al equipo albiverde en los ochos meses que lo dirigió y cuando los buenos resultados empezaron a escasear, no hubo nada que lo sostenga, ya que muchas veces el juego deslucido se disimula con los triunfos.
Quizá esto haya pesado en su contra, mucho más que el argumento del recambio ante la partida de varios referentes futbolísticos (Joselito, Arce, Campos) y el evidente bajo rendimiento de varios de los jugadores que son considerados importantes.
El semestre anterior, Ramacciotti tenía a su favor una campaña aceptable, con más triunfos que derrotas, que se deslució con la eliminación de Oriente a manos de The Strongest en una eliminatoria que tuvo en sus manos (recordar el partido en la Paz que ganaba 3-1 y perdió 3-5). Ahora no, más eran las decepciones que las alegrías.
Aunque algunos dirigentes no terminaron de digerir el traspié, consideraron coherente respaldarlo para un nuevo torneo, el Clausura, teniendo en cuenta que no se abría el Libro de Pases totalmente, se incorporarían pocos jugadores, que tendrían que afrontar el nuevo semestre con casi el mismo plantel y no había mucho tiempo para prepararse.
El hincha, en cambio, no le perdonó a Ramacciotti haber perdido la eliminatoria con The Strongest, lo culpaban de la derrota en La Paz por no haber realizado los cambios necesarios para asegurar una victoria que los ubicaba en el umbral de una nueva final. Le perdieron la fe y la paciencia. No era de su agrado y se lo hicieron saber tras la derrota con Real Potosí, que fue la gota que colmó el vaso.
Comparando con gestiones anterior, su campaña fue similar a la de otros entrenadores que también corrieron la misma suerte, no continuaron en el club.
Carlos Ramaciotti dirigió a Oriente en 21 partidos, logrando 10 triunfos, 4 empates y 7 derrotas, 39 a favor y 35 en contra.
Su antecesor, Ariel Cuffaro, casualmente dirigió al albiverde la misma cantidad de encuentros, 21, cosechando 10 triunfos, 3 empates y 8 derrotas; 43 goles a favor y 24 en contra. Renunció al quedar sin chance de ser campeón, dos fechas antes del final del torneo Adecuación.
Cuffaro llegó a Oriente para reemplazar a Gustavo Quinteros, quien se alejó para asumir la conducción la Selección boliviana, dejando una vara muy alta, que incluía la conquista de un campeonato y un equipo bien estructurado.
Por su parte, Pablo “Vitamina” Sánchez, recordado por su paso en 2009, y considerado uno de los entrenadores que “lo hizo jugar bien”, lo tuvo a su cargo en 34 encuentros (20 del Apertura y 14 del Clausura), en los que obtuvo 15 triunfos, 10 empates y 9 derrotas; 43 goles a favor y 39 en contra.
Vitamina llegó a Oriente en su momento para sustituir a Víctor Hugo Antelo (hubo interinato de Juan Carlos Farah, un partido), que fue contratado para reemplazar a Buenaventura Ferreira, en agosto de 2008.
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