jueves, 4 de agosto de 2011

¿PATO O GALLARETA?

Blooming y sus refuerzos, todo un problema. De un tiempo a esta parte, la Academia acertó poco y nada a la hora de contratar jugadores, especialmente extranjeros, para potenciar su plantel. Anoche, los nuevos dejaron una pobre imagen. ¿Se repetirá la historia?
El uruguayo Fernando Machado no brindó la seguridad que necesita una zaga endeble como la de los celestes, que cuenta con dos mediocampistas (Ortiz y Verduguez) ubicados (¿improvisados?) como laterales, con la lógica falta de oficio para la marca, y a un segundo marcador central como Lorgio Suárez, que no termina de afianzarse.
Si Delorte hizo un gol en pelota parada, o dos, uno de ellos anulado, un pase-gol y apareció varias veces solo en el área académica, y quien tenía que marcarlo era Machado, entonces queda claro que el uruguayo no tuvo una buena noche.
Más floja fue la actuación del argentino Edgardo Díaz, que hizo recordar a quien vino a reemplazar, el colombiano Acosta. Curiosamente, mostró una alarmante lentitud, similar a la de su antecesor en el puesto de volante ofensivo, y por ende dificultad para desequilibrar y cambiar de ritmo en un sector vital como el mediocampo. 
A Díaz se lo notó sin fuerza ni reacción, como si estuviera fuera de estado físico. Se equivocó en casi todos los pases y no gravitó en el mano a mano, al contrario, perdió siempre.
Blooming es un equipo lento (Valdez, Gómez, Limberg, Suárez, Ortiz) que con Edgardo Díaz, en este estado, suma mayor lentitud, con el problema que ello representa en el fútbol, ya que es difícil tener sorpresa, se cae en el pelotazo como argumento y genera descompensación a la hora de atacar y defender porque sus jugadores no están capacitados para el ida y vuelta.
Lo de Díaz fue tan pobre que Teté Quiroz no aguantó mucho tiempo en el complemento y decidió poner en su lugar a Limberg Gutiérrez, quien le dio un poco más de luz, de juego, a un medio que no encontraba salida. 
Cuando ingresó Paniagüa por la lesión de Chávez, la Academia tuvo un poco más de dinámica y proyección, aunque sin el peso necesario como para poner en riesgo al rival ni apoderarse del partido.
¿El resto? A Galarza le costó con la estatura de Delorte y tuvo que ver en el segundo golde Oriente. Suárez, muy lento. A Ortiz y Verduguez les costó recuperar posiciones (el segundo gol de Oriente fue a causa de ello). Valdez distribuyó bien pelota. Gómez hizo un golazo y poco más. Oscar Díaz se dejó absorber con facilidad con la marca albiverde. Boyero un par de apariciones, entre ellas el buen gol que anotó, y después nada más. Muy alejado de la zona de definición.
Teté Quiroz recomendó a Díaz y Machado, por eso llama la atención lo poco que mostraron anoche. Los tres tienen la revancha a la vuelta de la esquina. Tiempo al tiempo para demostrar si son pato o gallareta.

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