Blooming arrancó apelando a un viejo argumento en busca de un nuevo rumbo en esta segunda parte de la temporada liguera. El aporte individual de un par de jugadores evitó el naufragio colectivo ante San José.
Un par de golazos de Jorge Ortiz y Dustin Maldonado en el primer tiempo fueron la tabla de salvación cuando el equipo que dirige el uruguayo Chavo Díaz empezaba a hacer aguas en la parte final del complemento.
Ortiz hizo lo que mejor sabe, pegarle a la pelota con potencia y dirección, mientras que Maldonado aportó su empuje y ambición, se les escabulló a tres rivales en tres cuartos de cancha, ingresó al área con decisión y definió con tranquilidad.
Sandoval complicó las cosas con un error garrafal. Quiso proteger la pelota en vez de rechazar y se la dejó ganar por un rival, que le dio la chance del gol del descuento a Saucedo, a veinte del final.
El San José de Julio César Baldivieso tuvo más la pelota, es cierto, pero careció de decisión y convicción al atacar. En el entretiempo, el DT sacó a Cejas, que era el más claro y el de más criterio a la hora de jugar, en procura de mayor profundidad, pero el cuadro orureño desmejoró y redundó en el pelotazo en busca de sus hombres de área.
Blooming no funcionó bien. El Chavo Díaz tuvo que realizar cambios posicionales en pleno juego, Sandoval al lateral y Bejarano al medio, porque ninguno cumplía bien su labor y no la cumplirían en todo el partido.
La zaga tuvo como debutantes al uruguayo Iturralde y al argentino García. Ambos flojos en el primer tiempo y mejoraron un poco en el segundo. No dejaron la sensación de garantía que se requiere en el fondo.
Así empezó Blooming, siendo muy parecido al del anterior torneo, aunque con la misión cumplida de arrancar ganando.
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