martes, 23 de enero de 2018

ORIENTE TIENE UN TANQUE EXTRA


A Oriente Petrolero le faltaban luces para encontrar el camino de la victoria ante Universitario de Perú, hasta que apareció Ronaldo Sánchez para iluminar la noche con un zapatazo inatajable que ayudó al triunfo en el debut de Copa Libertadores de América. 
Así es el fútbol. De pronto, todo cambia. Por lo general son los goles la llave mágica para abrir un partido, y Oriente necesitaba ese extra para mejorar su situación ante un Universitario que, con poco, le equilibraba las acciones y le generaba cierta zozobra.  
El equipo albiverde dejaba en evidencia la falta de entendimiento y conexión entre líneas; empezaba a abusar del pelotazo para solucionar la dificultad para el juego asociado, facilitando la tarea defensiva a la “crema” peruana. 
El golazo de Sánchez, en acción individual que parecía ser un intento sin riesgo, le puso punto final al desencuentro orientista y aniquiló los tibios intentos de un equipo incaico que no fue ni la sombra de otras versiones que jugaron en Santa Cruz.   
Ni siquiera la expulsión de Rodríguez le complicó la vida al equipo del Negro Clausen, al contrario, Oriente mejoró su juego en relación a la primera parte, encontró más espacios para el juego de contragolpe, que es en el que siente más cómodo. 
Creció la figura de Alí Meza con mayores libertadores por la derecha, Zampiery siguió con su incansable ida y vuelta, el argentino Rosales tuvo más la pelota, Universitario hacía aguas por todos lados y maduraba el segundo gol. 
En ese instante, con Oriente aprovechando sus virtudes y las deficiencias del visitante, apareció el uruguayo Freitas para asegurar el triunfo y lograr una ventaja que tiene gran valor para la revancha en Lima.  
Clausen, que había priorizado a Duk como opción de cambio al hacer lo ingresar por un inocuo colombiano Cano, le dio minutos a Freitas, y en la primera pelota que tocó, convirtió el 2-0, con un derechazo potente que se metió abajo, junto al palo. 
El uruguayo, amigo del show, armó un festejo para la algarabía de una hinchada que pedía a gritos un segundo tanto que permita ilusionar con el pase a la segunda etapa de esta nueva versión de Copa. 
Dos a cero y todos contentos. Por la presentación triunfal y la ventaja tranquilizadora. Oriente pasó el examen de una “U” poco exigente. No sacó la mejor nota, pero aprobó.


No hay comentarios: