
La gente de la Academia paceña, que parecía mayoría en el abarrotado estadio Hernando Siles, disfrutó de un equipo que mostró una idea clara de lo que pretendía en la cancha, mientras que los atigrados sufrieron al ver a un cuadro tibio en ataque, endeble en el mediocampo e inseguro en su zaga. La excepción fue el arquero argentino Grosso, nuevamente lo mejor de los de Achumani.
El colombiano Jair Reynoso fue otra vez clave en ataque y anotó el segundo gol que liquidó definitivamente el encuentro, cuando The Strongest quería pero no podía llegar a la igualdad por su falta de ideas.
Bolívar sin Gutiérrez ni Tordoya, expulsados en la primera y segunda etapa, respectivamente, no perdió la línea y ganó con todos les merecimientos.
Esto recién empieza, es cierto, pero Gustavo Quinteros consiguió rápido lo que por lo general requiere tiempo: ensamble de líneas; en tanto que "Huevo" Toresani tiene mucho trabajo por delante.
*Foto La Razón
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