lunes, 15 de agosto de 2011

SE BUSCA DIRECTOR DE ORQUESTA

Blooming entró en una mini crisis porque le falló el "10", el mediocampista ofensivo que trajo como refuerzo para el segundo semestre de la temporada. ¿Es para tanto? Y, sí. En el fútbol, sí.
El "10", número mítico en el fútbol aún en estos tiempos en los que se empezaron a utilizar numeraciones ridículas. Pelé y Maradona se encargaron de convertirlo en un símbolo de la excelencia futbolística.
Es, era, el número que utilizaba el jugador creativo, talentoso, genial en algunos casos; el encargado de darle un toque de distinción al juego. Hábil, técnico, buen lanzador y con visión de juego, o "panorama" futbolístico. Una especie de director de orquesta que ayuda a funcionar mejor los demás.
Por eso, no es cosa menor en un equipo de fútbol cuando le falta ese jugador, el "10", o si no funciona como se espera. Cuando el "10" no rinde, un equipo está cojo, no hace pie, le cuesta ordenarse y jugar bien. Ahí está este Blooming como ejemplo de ello.
Para la Academia se ha convertido en un dolor de cabeza encontrar el jugador distinto, aquel que supo tener en diferentes épocas de su historia, para que le aporte esa cuota de jerarquía y talento que requiere todo equipo de tres cuartos de cancha hacia adelante.
Hagamos un poco de memoria. De los 70 para acá, podemos empezar por el brasileño Moscatelli en la era asociacionista, pasando luego por Carlos Enrique "Lalo" Huguenet, Emilio Albacetti y Cándido Orihuela, cuando arrancó la Liga.
Después otros nombres ilustres. En los 80, Gastón Taborga, Ángel Guillermo Hoyos, Adriano Custodio Mendes y Víctor Hugo Andrada. Los años 90 con Julio César Amarilla y Celio Alves, hasta llegar al "reinado" indiscutible de Limberg Gutiérrez. Después vino el ciclo exitoso de Joselito Vaca, quien al marcharse dejó un vacío que Blooming no puede llenar.
Hoy, Limberg Gutiérrez ni el argentino Egardo Díaz colman las expectativas. Por eso la Academia colocó nuevamente un letrero en su puerta: Se busca director de orquesta.

4 comentarios:

PabloL dijo...

Mientras pensemos que el fútbol se puede jugar sin un "10" o director de orquesta seguiremos jugando con "carrileros" o volantes pegados a la raya que no tiran un solo centro al Gigante y mejor cabeceador que hemos tenido después de Tucho.
Seguiremos haciendo jugar a Gómez a los pelotazos buscando que Boyero y Díaz traten de dominar una pelota de espaldas al arco...para descargar con los "carrileros" que no saben tirar centros..
Acá la cosa es clara, ningún grupo de lo que sea, equipo de fútbol, comparsa, trabajo, universidad puede alcanzar un objetivo si no es liderado por alguien que ORGANICE el tránsito de la pelota o acciones específicas..por lo que si el "10" no funca, no funcará el resto.
Felicidades por al nota, porque la tenés clara y es lo que vemos los que año a año venimos pagando nuestro abono para ir a ver al equipo sin rumbo, desde que se fue Quinteros.

Anónimo dijo...

ES UNA VERGUENZA LO DE PIMPO Y SU CAMARILLA, soy bloominista con mucho orgullo y con principios eticos, lo q se le hizo a edgardo diaz es reprochable!!....da verguenza ajena, como boliviano, cruceño y bloominista y asi!!! exigimos respeto y nos quejamos de discriminacion en el extranjero, lo de tete quiroz es una verguenza!!!! un tecnico profesional muere con la suya!!!! por respeto deberia renunciar, LOS DIRIGENTES ESTAN PARA ADMINISTRAR EL CLUB, EL TECNICO ELIGE A LOS JUGADORES!!

Anónimo dijo...

muy buena nota sobre nuestra historia y de aquellos jugadores q sobresalieron en nuestro queridisimo Blooming!

Anónimo dijo...

Realmente una vergüenza lo que se está haciendo al jugador Diaz, vergüenza de parte del periodismo cómplice que no escribe nada, (por ejemplo en este blog ni se menciona el tema), vergüenza de parte de la dirigencia por supuesto que ya sabemos que son una lacra del fútbol que está matando Blooming de a poco como un cáncer y vergüenza de los hinchas que siguen yendo al estadio, yo en lo personal hasta que se vaya pimpo y esa gente de mierda no vuelvo nunca más al estadio. Pimpo hijo de puta Blooming es más grande que vos.