sábado, 9 de agosto de 2008

BLOOMING, ILUSIONA Y DECEPCIONA

La actuación de Blooming ante Aurora fue una especie de actuación teatral de dos actos en los que pasó, exagerando un poco, de la comedia a la tragedia, generando, por ende, reacciones diversas y contrastantes en los cerca de tres mil espectadores que se dieron cita en el estadio Tahuichi Aguilera.

En el primer acto, los hinchas celestes -aunque Blooming esta vez volvió a lucir la exitosa casaca naranja- disfrutaron de un desempeño correcto, en el que el argentino Piombo se convirtió en el actor principal con su despliegue, entrega y presencia en el centro del escenario, bien secundado por Sabja, generador del primer grito de la galería y dueño de un manejo de los tiempos (con la pelota), que brindaban una pausa y claridad muy necesarias para evitar la confusión y el desorden.

Mojica hizo levantar de sus asientos a los espectadores con un toque de calidad, y todo era alegría en las tribunas del Tahuichi. Así terminó el primer acto, con Piombo y Sabja, fuerza y talento, como figuras bien acompañados por los actores de reparto.

En el segundo acto todo fue distinto. A Sabja lo sacaron de la obra de una patada, y, a partir de ese instante, fue como si a sus compañeros se les hubiese olvidado el libreto. Todo fue confusión y desorden. El nerviosismo se instaló en el Tahuichi ante los yerros permanentes (Andia, su reemplazante, está en las antípodas del reemplazado, no tiene buena técnica) y sólo querían que baje el telón.

Con Piombo agotado y sin un partenaire que le dé una mano, no hubo apuntador que ayude a recomponer las cosas. Así, va a sufrir mucho, en Bolivia y en Sudamérica.

1 comentario:

Anónimo dijo...

Buen comentario.

Yo estuve en el estadio y se notó en primer lugar que la cancha estaba pesada y el despliegue que hizo Blooming en el 1º tiempo se lo cobraron en el segundo, es decir, Piombo y Gómez agotados, además el cambio que no aportó fue Sabja (lesionado) por Andia, lo mueve a Mojica a la izquierda donde se pierde profundidad, Anderson y Boyero terminan diluyendose.

Le tengo mucha fé al equipo, pero al equipo de la manera que jugó el primer tiempo.