miércoles, 2 de noviembre de 2011

LA SELECCIÓN DEVALUADA

Cambia, todo cambia. La Selección nacional está en crisis y totalmente devaluada. Es el alto precio que está pagando a causa de la mediocridad de nuestro fútbol y sus continuos fracasos.
Antes, llegar al seleccionado no era fácil. Había que hacer muchos méritos para ser tomado en cuenta. Por eso, quien gozaba de esa suerte se hacía acreedor de la admiración y respeto de los futboleros y no futboleros.
Hoy, en cambio, es mucho más sencillo formar parte de ella sin ser necesariamente una figura. Basta un par de actuaciones aceptables o un gol raro para estar entre los "convocables". Por ello es común escuchar que "cualquiera" puede vestir la casaca verde.
Este no es un buen síntoma, al contrario. Quiere decir que quienes fueron tomados en cuenta antes pueden perder el puesto fácilmente ante alguien que no ha necesitado hacer demasiado, porque no destacaron cuando les dieron la chance de jugar.
Pareciera que es lo mismo que esté fulano o mengano. Cualquiera da igual. Bueno fuera que esto suceda por los excelentes rendimientos, sin embargo esto ocurre por la mediocridad en la que naufraga el fútbol boliviano.
Quienes están jugando en el exterior, en su mayoría, son suplentes, y en algunos casos miran los partidos de su equipo desde la tribuna. Por lo tanto, cuando se integran al seleccionado no marcan la diferencia, están igual o peor que los que juegan en el país, y en vez de ser una solución son un problema por la falta de ritmo de competencia.
La Selección está depreciada y despreciada, y devalúa a quien la integra. Cualquiera puede formar parte de ella.

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