jueves, 25 de noviembre de 2010

LA MEDIA VUELTA

Oriente quedó cerca, muy cerca de dar una nueva vuelta olímpica. Se podría decir que está a sólo unos pasos de la meta y con el aliento y las reservas suficientes como para que nadie le amargue la vida a poco de alcanzar la gloria.
Lo de anoche, en Potosí, fue una muestra de esa fortaleza necesaria, que aúna entusiasmo, corazón y fe, para salir adelante en los momentos en que se presentan los obstáculos, naturales y de los otros.
Cuando hay convicción y determinación, por lo general, la batalla está ganada.
Por eso no le afectó el frío ni la altitud, tampoco algún yerro de Iván "El Terrible" Gamboa, y de la mano del siempre optimista e interminable Gato Fernández, consiguió dar vuelta el resultado y obtener un triunfo vital.
El Gato, con la intuición y la serenidad que le dieron los años, hizo la atajada de su vida, aunque dicen que tienen siete, intuyendo el remate desde el punto penal del argentino Ruiz. No sólo tapó el penal sino muchas bocas de hinchas que, injustamente, se la agarraron con él.

Gustavo Quinteros logró en este Oriente lo que había conseguido en Blooming y Bolívar anteriormente, un equipo sólido, convencido de lo que quiere y lo que debe hacer, fuerte de mente y espíritu, de gran corazón.

Cuando parecía que se caía, tras un primer tiempo flojo según crónicas y relatos desde la Villa Imperial, surgió ese qué se yo, llámese amor propio, ojo del tigre, garra, enjundia, o, por último, llámelo como quiera, y reaccionó, pasó por arriba, literalmente, a Real Potosí y se quedó el vital triunfo.
Y Oriente quedó ahí, solito y solo, en la punta, a medio camino del título, con el Cerro Rico como mudo testigo, pensando en el partido del domingo y tarareando el famoso bolero..."entonces yo daré la media vuelta y me iré con el sol cuando muera la tarde ...".

* Foto El Deber.

1 comentario:

Anónimo dijo...

la media vuelta a cochabamba va dar porque va ver tercer partido, orientistas amargos. aguante La Academia