
Era cuestión de tiempo, que pasen las fechas nada más, para ver al Tigre con el trofeo en sus garras, porque no perdía, sumaba siempre, mientras sus adversarios andaban a los tropezones desaprovechando chances para pelearle el título.
The Strongest consolidó sus ambiciones rescatando y aplicando la vieja fórmula llamada “media inglesa”, que se utilizaba cuando el triunfo daba dos puntos y el empate uno, aquella que consiste en ganar de local y empatar de visitante.
En el Hernando Siles fue casi imbatible, apenas perdió un partido (con Wilstermann) y ganó el resto; de visitante solo cayó ante Universitario y Blooming.
Potosí, penúltima etapa en este viaje a su nueva conquista, le permitió la consagración anticipada. Perdía por dos goles con Real Potosí y terminó igualando 2 a 2, en una nueva demostración de templanza y actitud ganadora.
The Strongest era campeón incluso perdiendo porque San José, que necesitaba ganar en busca de un milagro, flaqueó otra vez y apenas empató con Universitario.
Un nuevo título. El tercero consecutivo, el décimo en la Liga y el número 35 de su historia. Hoy, nadie puede discutir que, The Strongest, le hace honor a su nombre. Es el más fuerte.
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