jueves, 4 de diciembre de 2008

EMPEZÓ CON TODO Y SE QUEDÓ SIN NADA

A barajar y dar de nuevo. Oriente terminó la temporada con las manos vacías y el orgullo herido, y ahora sólo le queda pensar en el próximo año.
Tenía que ganarle a San José por un par de goles de diferencia (2-0, 3-1, etc.) porque había caído en Oruro 2-4, sin embargo no le pudo convertir ninguno en un partido en el que el empate sin goles terminó siendo una amarga derrota.
Oriente empezó el partido llevándose a los orureños por delante, los tuvo a maltraer buena parte del primer tiempo, hasta que empezaron a flaquear las fuerzas y las ideas, en esa desgastante insistencia sin resultados, y acabó resignado, impotente, y sin nada en las manos.
No pudo ante un adversario lento hasta la exasperación, que vino con la idea de aguantar sabiendo que iba a sufrir jugando de esa manera, pero que igual lo hizo, que se hizo fuerte a partir de su entusiasmo defensivo y de los yerros albiverdes frente al arco, y que además contó con un arquero como Daniel Vaca, solvente, seguro, tranquilo, como para una noche como la de ayer, de asedio rival permanente.
Oriente tuvo la mejoría pasajera del enfermo agonizante, unas ráfagas de voluntad, adornadas con chispazos de buen fútbol, que se esfumaron con el paso del tiempo. Como casi todo el año, le faltó juego para salir de perdedor y meterse entre los ganadores.

*Foto El Deber

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