miércoles, 8 de febrero de 2012

UN DOLOR DE CABEZA

Futbol-de-altura-webHace treinta y cinco años que los equipos cruceños juegan regularmente en La Paz, Oruro y Potosí, y hasta el momento no encuentran la fórmula para evitar papelones, lograr mayor cantidad de buenos resultados y aumentar sus posibilidades de optar por los títulos.
Blooming y Oriente salieron campeones ganando en el Hernando Siles paceño, dirán algunos, y es cierto. Sin embargo, han sido los casos excepcionales que siempre existen, algo así como la excepción a la regla.
Lo “normal” es que los equipos cruceños sean derrotados y muchas veces vapuleados por paceños, potosinos y orureños, cada vez que les toca jugar a más de 3.000 metros de altura, pese a contar con buenos jugadores.
Blooming es el más afectado por la altura. Recordemos que alguna vez el desaparecido Municipal de La Paz le ganó 11 a 1 y Bolívar le anotó 10 goles. Oriente y Guabirá también han soportado vergonzosas derrotas, aunque no tan abultadas. Seguramente que, en su momento, Destroyers y Real Santa Cruz, hoy en la Primera A cruceña, también sufrieron duras caídas.
Las goleadas no cesan en esta aventura liguera. Oriente fue vapuleado por The Strongest las tres últimas veces que se midieron en La Paz. Le anotó cinco goles en cada encuentro. Y Blooming recibió su “dosis” ante Bolívar, que también le convirtió cinco.
Nadie sacó enseñanzas de las amargas derrotas y de las pocas pero dulces victorias en estas tres décadas. Al parecer, no les interesó ni les interesa el por qué, las razones por las que se dieron tales resultados, y se toman los contrastes como algo natural.
La altura es una realidad convertida en excusa en lugar de un problema que requiere máxima atención en procura de alternativas que ayuden a atenuar sus efectos. Por eso, los equipos cruceños casi siempre se presentan en condición de víctimas de una situación adversa insalvable, aferrados a un milagro, en lugar de interesarse por adoptar medidas que permitan afrontar el “problema” de manera más seria.
Es curioso que esto ocurra si tenemos en cuenta que los equipos cruceños deben disputar seis de los once encuentros de visitante a más de 3.000 metros de altura y dos más entre los 2.500 y los 2.800 metros sobre el nivel del mar.
¿No habrá llegado el momento para preparar de manera especial un grupo para disputar los partidos en el occidente? Preguntarse, ¿qué tipo de jugadores rinden más en la altura? ¿Lentos o rápidos, muy técnicos o batalladores? ¿No se tendrían que armar los planteles pensando que se debe jugar mucho a más de 2.500 metros? ¿Dónde deberían entrenar? ¿Samaipata permitiría una mejor aclimatación? ¿Cuál es la mejor estrategia? ¿La cámara hiperbárica es la solución?
El tema no es una cosa de uno, al contrario, es cosa de todos, porque tarde o temprano todo equipo cruceño tendrá que jugar a más de 2.500 metros de altura. Y no tendrían por qué valer las excusas ya que casi todas las semanas, todos los meses y todos los años, deben jugar allá. Lo que tendrían que estar es preparados.
El fútbol cruceño tendría que discutir en serio al respecto para ser más competitivos en la altura. De lo contrario seguirá quedándose con migajas. Un ejemplo: Bolívar suma diecisiete títulos en la Liga, Blooming y Oriente, juntos, llegan a nueve…
A buscarle la vuelta en serio, que el sorojchi pills no es suficiente.

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