sábado, 8 de octubre de 2011

LA PELOTA PARADA

En el fútbol, las excusas están al alcance de la mano y son moneda corriente después de un resultado negativo.
En los últimos tiempos, está de moda "nos ganaron por una pelota parada". Este es el hit convertido en argumento para justificar una derrota o un empate inesperado.
Ayer, tras la derrota de Bolivia ante Uruguay, se escuchó algo por el estilo, con una mezcla de excusa y lamento más que de autocrítica por no haber hecho las cosas correctamente a la hora de defender.
Que uno sepa, las jugadas de "pelota parada" son parte del juego y no algo aislado, fuera de lugar, que no estaba previsto, ya que se suceden una y otra vez, por lo tanto, hay que estar preparado para aprovecharlas o contrarrestarlas.
En consecuencia, el gol de "pelota parada" tiene el mismo valor que el de cualquier otra acción del juego, por lo que no hay razón para marcar una diferencia o hacer notar que se perdió por ese motivo.
Bolivia perdió ayer porque no supo resolver como se debe cuatro situaciones (nos referimos a las de goles concretamente, ya que hubieron muchas más) en las que cayeron en su área cuatro pelotas, y no importa si llegaron de "pelota parada" o "pelota en movimiento".
El equipo nacional se equivocó al defender. Tomó muy mal las marcas. En cada acción, siempre aparecieron libres jugadores uruguayos, rodeados de bolivianos que solo observaban. Les cuesta marcar hombre a hombre.
No hay que echarle la culpa a la "pelota parada". Hay que prepararse para contrarrestarla, ya que existirá de por vida.

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