martes, 6 de septiembre de 2011

FALTA HAMBRE DE TRIUNFO

A Bolivia le falta un goleador, dice Gustavo Quinteros. Creo, en realidad, que esa es una verdad a medias. Si bien es cierto que no hay un gran definidor, el problema es unA cuestión colectiva, no individual.
A mi criterio, la selección boliviana no tiene mentalidad ganadora, carece de agresividad ofensiva, y le faltan jugadores con "hambre" de gol. No es un equipo que, desde el lateral, hasta el último delantero, pasando por los mediocampistas, muestre el afán y la convicción de agredir futbolísticamente al rival.
El gol se construye, por lo general termina siendo una consecuencia de una serie de acciones, pases más pases menos, en la que participan diferentes actores, y que muchas veces la satisfacción de convertir recae en unos pocos. Pero no es solo responsabilidad de una persona, sino de un equipo.
Hoy por hoy, Bolivia no cuenta con esa agresividad. Por eso fracasa una y otra vez en su intento de ganar los partidos, y, lo que es peor, casi siempre los termina perdiendo.
No tiene jugadores que le den profundidad. Los delanteros desbordan poco, los volantes no se acercan mucho al área contraria y los laterales tampoco se caracterizan por llegar al fondo cuando se proyectan.
Analicemos los delanteros. Arce juego mucho por afuera y poco por adentro, le escapa al área. Se desvanece en acciones distractivas y poco efectivas. No tiene el gen goleador.
Peña es un poco más agresivo que Arce, pero también es más un merodeador del área que un atacante con el instinto del del definidor. Además, es demasiado intermitente, se aisla con facilidad.
Martins es un delantero con gol, pero no un goleador. Necesita espacios y compañeros que exploten sus caracteristicas, algo que no tiene en la selección nacional. No es ductil, por eso se equivoca tanto cuando le llega la pelota. A ello hay que sumarle que no juega nunca en su equipo.
Pedriel es más definidor que el resto, aunque en la selección está relegado a la suplencia porque no es el delantero luchador que hoy quiere Quinteros.
Después podemos ubicar a los que se desempeñan como media punta. Escobar es un jugador agresivo, de buen remate, que siempre busca el arco rival, pero no aporta, por si solo, mucho peso ofensivo.
Mauricio Saucedo es de los volantes ofensivos con más gol, lo demostró el semestre pasado en Oriente. Tiene buen remate, visión y capacidad de definición. Pero es suplente en este momento en la selección, por el dibujo táctico que eligió el entrenador.
Edivaldo puede ser más últil de media punta que de volante por derecha, porque es rápido y técnico, pero tiene antecedentes goleadores.
Cardozo le pega bien a la pelota pero termina siendo improductivo cuando no hay espacios.
Jasmani Campos es una alternativa válida en La Paz por sus remates de media distancia, aunque no es un volante de asociarse mucho en el juego.
Joselito Vaca juega cada vez más lejos de la zona "caliente" y su juego no gravita. Se aproxima poco al área rival.
Los laterales no ayudan porque no desbordan ni se proyectan con sorpresa.
Por todo lo apuntado, Bolivia es un equipo previsible, que no lastima en ataque y es fácil de controlar. El problema, entonces, no es solo la falta de un goleador, sino la ausencia de rebeldía, de la carencia de agresividad futbolística, algo parecido a lo que el boxeador Rocky Balboa definía en sus películas como "el ojo del tigre".

1 comentario:

Anónimo dijo...

ya no deberian convocarlo a joselito vaca a la seleccion , creo que ya cumplo su ciclo, es un jugador que no aporta nada con el juego que tiene.aparte que ya esta un poco pasado de edad(no la edad tahuichi, la edad mapaizo).