jueves, 6 de marzo de 2008

LO VIEJO Y LO NUEVO

Bolívar tiene como nuevo entrenador a Jorge Carlos Habegger. Sucedió en el cargo a Ramiro Blacutt, quien pasó a cumplir la función de una especie de gerente deportivo en el club paceño.

El argentino es un viejo conocido de los paceños porque con la Academia tuvo un ciclo exitoso en la década de los ochenta, con varios títulos en su haber. Sin embargo, hubo muchas críticas por considerarlo un director técnico pasado de moda que en los últimos tiempos no ganó nada. Otros no le perdonan su fracaso en su segunda etapa en la Selección nacional, aquella vez que Bolivia perdió por goleada con Ecuador en La paz.

Le sucede a él en este momento como ocurrió con otro entrenador de muchos conocimientos y experiencia como el uruguayo Walter Roque.

Me pregunto ¿el fútbol evoluciona en forma tan vertiginosa, que uno pasa de moda por no dirigir sin pausa? ¿En qué cambió el fútbol boliviano en los últimos tiempos? ¿Acaso no nos podemos actualizar estando bien informados? ¿Es mejor un entrenador joven que uno veterano? ¿A qué edad se debe jubilar un entrenador? ¿Es Bolivia una plaza para entrenadores famosos o de gran éxito? ¿A quien le va mal algunas veces, no puede volver a dirigir?

Los jóvenes tendrán mayor futuro, pero no por ello son mejores que un veterano. La sapiencia no tiene edad. Ocurre que el ¨modernismo¨ nos ha vuelto irrespetuosos e intolerantes con la gente mayor. No importa cuántos años tenga una persona, si no la preparación y capacidad que posea.

Marco Sandy, discípulo de Habegger en su momento, dirigió a Bolívar el año pasado sin éxito. Ramiro Blacutt, con muchos años en estas lides, tampoco tuvo suerte en el inicio de temporada, y dejó rápido su lugar a…Habegger.

Mauricio Soria sacó campeón a Real Potosí el año pasado y hace unos días dejó el puesto por malos resultados en el torneo liguero y la Copa Libertadores. Víctor Hugo Antelo logró el título con Oriente Petrolero en su debut como entrenador y posteriormente fracasó en otros equipos. Así es el fútbol. No hay recetas mágicas, se gana y se pierde.

¿Le irá bien o mal a Habegger esta vez? Nadie sabe la respuesta y habrá que esperar. Puede que le vaya bien como puede que le vaya mal, como a cualquier mortal.

Para muchos, que seguramente se consideran ¨ganadores¨ por el solo hecho de pensarlo, los entrenadores son parte de una especie de ruleta rusa, juego cruel en el que aquellos que salen triunfantes son héroes y los derrotados villanos inservibles.

Esto es algo que no comparto. Para mí, a los entrenadores hay que valorarlos por su capacidad, no por su edad, y además, el que gana no siempre es el mejor, ni el que pierde siempre es el peor.

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