viernes, 11 de mayo de 2012

DE PAPELÓN EN PAPELÓN

Neymar-Miraflores-Anoche-brasilenos-disfrutaron_LRZIMA20120511_0021_3Bolívar, el gran Bolívar, el club con más títulos en la era liguera, el “crédito” nacional, tuvo ayer uno de los peores días de su historia. Recibió ocho goles ante Santos de Brasil por la Copa Libertadores de América, en la peor goleada recibida en este certamen del que quedó eliminado en octavos de final.
Eso no fue todo. Unos minutos más tarde de recibir la paliza en Vila Belmiro con el show de Neymar, en Sucre, presentó un equipo con apenas siete jugadores para enfrentar a Universitario por el torneo de la Liga del Fútbol Profesional. Uno de sus futbolistas se “lesionó” a los siete minutos de iniciado el cotejo y el mismo tuvo que ser suspendido (el reglamento no permite jugar con seis) cuando Universitario ganaba por 1-0.
Bolívar dio vergüenza. Por la pobre actuación que tuvo ante Santos que derivó en una goleada humillante y por la actitud nada seria de un club de sus pergaminos e historia de presentarse a disputar un encuentro oficial con un equipo incompleto y recurrir a una artimaña para no continuar jugando.
Santos recibió a Bolívar con ganas de cobrarse la revancha por el mal trato que le dieron algunos hinchas en el estadio Hernando Siles, en especial Neymar, su gran estrella, ofendido por actitudes racistas, como aquel plátano que cayó de la tribuna en determinado momento del encuentro de ida.
Y, con Neymar a la cabeza, el equipo brasileño no perdonó al cuadro boliviano, sacando ventajas del ingenuo planteamiento de Guillermo Hoyos, con una defensa demasiada abierta y poco numerosa, un mediocampo impreciso e inseguro que nunca cerró líneas, y un ataque que no existió.
Santos se paseó en el campo de juego y anotó goles para todos los gustos, ante un público que esperaba con ansias este tipo de “revancha”. Neymar, Ganso, Elano y compañía se encargaron de deleitarlo con sendas conquistas que redondearon una goleada que los hinchas del Santos tardarán en olvidar… y los de Bolívar también.

No hay comentarios: