domingo, 11 de abril de 2010

DE MAL EN PEOR

Blooming es víctima de sí mismo. De la falta de ambición y entusiasmo de sus jugadores para afrontar los partidos del torneo local.
Por eso su crisis futbolística parece no tener fin y está perdido en el fondo de la tabla.

Ayer, ante Universitario de Sucre, durante el primer tiempo, se mostró como un equipo hastiado, harto de fútbol, agotado, desgastado, estresado, sin el hambre de triunfo que distingue a los equipos ganadores, sin la rebeldía de aquellos que creen en sí mismos y sacan fuerzas de flaquezas para levantarse.

Levantó algo en la segunda etapa, en especial después del descuento de Castillo, sin embargo no lo ayudan los jugadores llamados a ejercer un liderazgo, como tampoco le dan una mano los mal llamados "refuerzos", porque se han convertido en una carga pesada debido a su escaso aporte.
Algo ocurre, porque ante el otro Universitario, el de Perú, por la Copa Libertadores de América, hace apenas unos días, Blooming mostró otra cara. Tuvo la entrega y la actitud necesarias para sacar adelante el partido.
Hay jugadores que parecen necesitar un descanso (caso Álvarez, Brandao) para superar esta crisis de motivación que lo agobia, ya que están contagiando esa abulia que lo convierten en un equipo inexpresivo, propenso al error permanente, sin mucha ambición, al que le cuesta crear una situación de peligro.

Blooming requiere de buen fútbol, pero en especial de mucha rebeldía. De lo contrario irá de mal en peor.


* Foto El Día.

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