lunes, 11 de abril de 2011

ENTRE ROJAS Y RABIETAS

Oriente perdió la compostura y, como causa de ello, el partido, ante La Paz FC.
Entre Richard Rojas y el árbitro Maldonado, se encargaron de hacerlo ofuscar, de ponerlo nervioso, de desconcentrarlo. El veterano mediocampista con sus goles y el juez con sus decisiones,.
Oriente empezó a perder el partido con un par de descuidos defensivos bien aprovechados por el cochabambino Rojas. En el primero, remató sin que nadie lo obstruyera, y en el segundo cabeceó solo en el área.
Después, se complicó con reacciones iracundas, fuera de lugar, ante sanciones del árbitro. Primero, Gutiérrez, tras una falta que existió; posteriomente, Arce, luego de un forcejo con un rival. La intolerancia, mala consejera, les jugó una mala pasada y les costó el partido.
De nada le sirvió, esta vez, tener la pelota la mayor parte del tiempo y el dominio territorial, porque no supo sacar ventaja de ello, frente a un rival que hizo del empeño y entusiasmo su principal arma.
La supremacía albiverde sucumbió ante el ímpetu de un equipo conducido por el criterio de Richard Rojas, que con su experiencia y criterio para manejar la pelota,  le dio, por momentos, rumbo a un equipo con muchas limitaciones.
Era un partido para ganarlo, sin embargo, Oriente lo perdió porque lo invadió la soberbia y lo abandonó la humildad.

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