De aquel Oriente ganador y goleador de la primera rueda queda poco, casi nada, en el inicio de la segunda rueda del torneo Aperutura, Adecuación, Fundadores de la Liga, etc, etc.
No es el mismo, por eso sufre y hace sufrir. Sufre porque no logra recuperar la contundencia de los comienzos de temporada y sufren sus sus hichas porque no gana y su liderazgo corre serio riesgo.
Le pasó ante The Strongest el miércoles. Acabó perdiendo pese a que en el primer tiempo había generado situaciones no solo para abrir el marcador, sino para asegurar el encuentro. Pero padeció la falta de gol, la ausencia de un delantero que se encargue de la última jugada y defina. Por eso, siendo más, obtuvo menos, o, mejor dicho, nada.
De ser el equipo más efectivo, al que le sobraban goles y variantes para convertir, hoy es uno de los más inefectivos, con apenas tres tantos en los últimos cuatro cotejos, en los que, además, sumó solo dos de de los doce puntos.
Oriente siente, entre otras cosas, el bajón y la ausencia de Mauricio Saucedo, el goleador del equipo, que en la primera rueda anotó once goles, casi la mitad de los convertidos por el cuadro albiverde. Sin el volante devenido en artillero en la cancha, se nota la falta un definidor de los que los refineros supieron tener a lo largo de su historia, como Tucho Antelo, Castillo, Baldessari, Estanislao Franco, sólo por citar a algunos.
También se le notan algunas grietas en la defensa que antes no se le notaban, quizá porque las goleadas maquillaban todo, o los triunfos, obtenidos con actuaciones que invitaban al elogio, distraían la atención.
Por eso al Tigre de Achumani le bastó con un zarpazo para liquidar a su presa. Hizo el gol y luego aguantó con entusiasmo, con poco juego pero con mucho...huevo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario