PUNTO DE INFLEXIÓN

Oriente cambió. No es el mismo del inicio del torneo local en este arranque de la segunda rueda, y a causa de ello dilapidó la envidiable ventaja que parecía encaminarlo, inexorablemente, a la conquista de un nuevo título. 

De aquel equipo goleador, lleño de luces y variantes ofensivas, pasó a ser un onceno previsible, sin sorpresa, al que le cuesta encontrar solución a los planteamientos cautelosos de adversarios que toman recaudos defensivos al visitarlo, que se agrupan para no cederle espacios e interferir sus circuitos ofensivos.

No pudo con Universitario, sucumbió ante La Paz FC y tropezó frente a Real Potosí mostrando un déficit en la definición y notorios desajustes defensivos. De la noche de ensueño ante Gremio pasó a una pesadilla.

El notable bajón de ciertos jugadores (los Saucedo, Campos y Meleán), la escasa gravitación de algunos (Joselito, Aguirre...) y la ausencia obligada de otros (Arce, Gutiérrez y Hoyos), afecta en el funcionamiento.

Ayer, Real Potosí lo esperó, le disputó la posesión de la pelota, mantuvo un orden ofensivo y aguardó su momento para contragolpea. De esa manera, el cuadro cometió su cometido en el primer tiempo. Lo controló bien y, para colmo de males, se puso en ventaja en una escapada del negro Angola.

Oriente seguía sin encontrarle la vuelta al rival en el complemento. Sin embargo, logró remontar en un momento clave del segundo, en los que la visita se descuidó y se equivocó. Entre Caamaño y Joselito aprovecharon el hándicap, atenuaron las críticas y devolvieron la alegría...por un momento.

Real Potosí se soltó las ataduras, empezó a atacar, generó nerviosismo en un Oriente al que se le venía la estantería, razón por la cual la gente pedía la hora a gritos. La inestable defensa y un estático arquero no lograron despejar la última pelota del partido y cayó la noche.

Oriente se tuvo que conformar con un punto. La verdad que, por lo hecho, no merecía más.

* Foto diario El Día.