
Entre Universidad y Guabirá conspiraron (arreglaron un resultado (1-1) para favorecer a la "U" y condenar a los celestes, está demostrado en los diarios de la época) para que un Blooming que andaba a los tropezones terminara en el piso. La mala jugada fue la estocada a un equipo sin recursos para potenciar sus planteles. En determinado momento, 1971, se volvió "Transportista", para que le cayeran unos pesos y de esa manera evitar la debacle total.
No podía mantener a sus buenos jugadores. Matateu primero y Luisinho después, cruzaron la vereda y se fueron nada menos que a Oriente; Capú a La Bélgica, Moscatelli a Bata, Edson retornó a su país, y Erwin Frey había sido cedido a Real Santa Cruz.
La Academia resucitó en 1976. Retornó a la Primera "A" con un equipo juvenil, tras pugar un año en la "B". De ahí en más, Blooming tuvo un repunte notable.
El hacedor del milagro fue Roberto "Tito" Paz Limpias, un ex jugador del club convertido en dirigente y próspero empresario. Su amor por Blooming hizo que no escatimara esfuerzos económicos y lo levantó hasta convertirlo en uno de los grandes del fútbol nacional como equipo y como institución.
Inicialmente, trajo de vuelta a Frey, contrató a Rubén "Cuchuqui" Valverde, al desaparecido Quico Vega, a los argentinos Carlos Huguenet y Daniel Castro, los hermanos Albacetti (Emilio y Alberto), a Rubén Rubino, Mamerto Gómez, Bonet y Baldessari.
Castro y Huguenet, junto al Flaco Frey, fueron claves en esta nueva etapa porque ayudaron a recuperar la esencia de un estilo que le había dado el mote de "Academia", entusiasmaron a una hinchada que no era populosa y que ayudaron a crecer, por juego y por carisma.
Llegó la época liguera y Blooming no detuvo su crecimiento.
* Foto: Blooming 1976. Happy Peredo, Vaca Pereira, Rubino, Alberto Albacetti, Rau y Erland Vega; Emilio albacetti, Daniel Castro, Huguenet, Mamerto Gómez y Jorge Vega.