A propósito de los jugadores bolivianos en el fútbol de Brasil.
El chaqueño Carlos Aragonés Espinoza fue contratado por el Palmeiras de San Pablo en 1981, con la esperanza de que se convierta en el sucesor del gran Adhemir Da Guía. Tuvo buenas actuaciones, sin embargo luego fue absorbido por la crisis futbolística que atravesaba el conocido cuadro brasileño y fue transferido al Coritiba.
"Gallo", como lo llamaban al excelente mediocampista ofensivo en su Yacuiba natal, salió en la tapa de la famosa revista Placar en varias oportunidades.
"Aragonés, lucha, arte y vibración", "la crisis esconde el fútbol de Aragonés", "Aragonés divino, muestra como vencer en el Palmeiras", señalaban los titulares de Placar, reflejando las buenas actuaciones del ex capitán de la selección boliviana.
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