miércoles, 1 de julio de 2009

VOLVER A EMPEZAR

Blooming está obligado a empezar de cero con la llegada de Néstor Clausen. Un entrenador que está en las antípodas de su antecesor, Pablo Repetto, por su manera de ver el fútbol, por su experiencia, e incluso por su trayectoria como futbolista.
Clausen llegará a un equipo desmoralizado por los malos resultados, inseguro a causa de un sistema de juego que lo fue postrando en la zona baja de la tabla, debilitado por su incapacidad para ganar partidos debido a la carencia de argumentos ofensivos, abandonado por una hinchada que se cansó de apoyarlo sin tener respuestas positivas, y desorientado por una interna insostenible, provocada por la ruptura entre el entrenador que se fue y los directivos.

En consecuencia, el argentino se hará cargo de un grupo en crisis que necesita de un inflador anímico, de reorientación futbolística y unos cuantos refuerzos para potenciar y equilibrar a un plantel que carece de recambio en casi todos los puestos.
Blooming cayó en un pozo del que no lo pudo sacar Repetto por el agotamiento de un sistema con rasgas defensivos, por el bajón de varios jugadores, el nulo aporte de algunos refuerzos y la lesión de otros.
Por ejemplo, el golero argentino boliviano Jemio empezó como figura y terminó siendo responsable de varios goles en partidos claves; el brasileño Brandao y el uruguayo De los Santos nunca fueron prenda de garantía en la zaga; el mediocampo deambuló sin un conductor porque Pimenta, el otro brasileño del equipo, no consiguió ganarse el puesto y fracasó cada vez que tuvo su chance, en tanto que Verduguez y Chávez fueron desapareciendo de a poco; el argentino Castilla no engranó en el equipo y apenas anotó un gol.
A ello se suman las lesiones del colombiano Diómedes Peña, que no pudo jugar todo el torneo por una rotura de ligamentos en la rodilla, y la pubalgia que tuvo a maltraer al goleador Boyero.
Los más regulares fueron el zaguero Jáuregui, el lateral Cristian Vargas, el volante Gómez y el atacante brasileño Vieira, aunque este último sin repetir la buena actuación del año pasado.
Blooming requiere, desde mi punto de vista, un zaguero central de experiencia, un volante de creación, y un par de delanteros con habilidad y velocidad, capaces de desequilibrar defensas encarando mano a mano, no "chocadores" sin manejo de pelota.
Clausen tiene varios desafíos interesantes por delante, la Copa Sudamericana, el torneo Clausura y los Play Off. El futuro celeste está en sus manos.

# Ilustración: Néstor Clausen en la tapa de la revista El Gráfico, cuando jugaba en Independiente de Avellaneda.

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