lunes, 14 de marzo de 2011

SEIS HOYOS EN EL ORGULLO

 Hoyo 1. ¡Pobre Bolívar! Quién lo viera y quién lo ve. Qué lejos de esos grandes equipos celestes que visitaban el estadio cruceño infundiendo respeto y admiración, por su historia, su estirpe, su mentalidad ganadora y la jerarquía de sus jugadores.
Hoyo 2. Este que dirige Ángel Guillermo Hoyos no es ni la sombra de "aquellos" Bolívar. Es cierto que los tiempos cambian y que el decaimiento futbolístico de Bolívar ha sido paulatino, sin embargo, lo que mostró ayer fue penoso, teniendo en cuenta los antecedentes apuntados.
Hoyo 3. Vimos ayer a una academia paceña sin jerarquía, confundida, insegura, que se defendió muy mal y que no atacó casi nunca, con algunos jugadores con muy bajo nivel de juego (García, Álvarez, Frontini, Rivero, Zé Carlos), y otros desaprovechados (Cardozo, Lizzio).
Hoyo 4. ¿Qué pretende Hoyos? La verdad que no se entiende muy bien, y, al parecer, los jugadores tampoco interpretan lo que les pide, ni se sienten muy cómodos con su idea, dada la inseguridad que transmiten.
Hoyo 5. Además, este Bolívar se vino abajo en la adversidad, perdió el rumbo, mostrando una llamativa fragilidad grupal, y también mental. Se desconcentró, se dispersó y acabó dejando una imagen patética dentro del campo de juego.
Hoyo 6. No es la primera vez que juega mal, al contrario, muy pocas veces conformó su rendimiento, pero la de ayer fue su peor versión, sin duda. Recibió seis goles y pudieron ser muchos más. Hay algo que no funciona.

* Foto diario Los Tiempos.

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