Cada vez que la frustración nos invade a causa de los fracasos de los equipos bolivianos en torneos internacionales, nos preguntamos una y otra vez lo mismo de siempre "¿por qué?", y la respuesta es también siempre la misma, "falta definición, no sabemos hacer goles".
Desde hace tiempo sostenemos que la falta de gol es un rasgo distintivo de nuestro fútbol, y, lastimosamente, ese punto débil, es la clave de este juego. Sin capacidad para el gol, se está destinado al fracaso y frustración permanentes.
Además, para colmo de males, como si la incapacidad para el gol no fuese suficiente, los equipos bolivianos defienden mal. Es decir, se equivocan permanentemente en las dos áreas, la propia y la ajena, y así, es muy difícil aspirar al éxito futbolístico.
Basta remitirse a la Tabla General de la Copa libertadores de América para corroborar esto. Los equipos bolivianos tienen bajo promedio de gol a favor y alto promedio de goles en contra. En consecuencia, no andamos bien con los fundamentos del fútbol, la defensa y el ataque, seguimos en pañales, continuamos siendo débiles en cuestiones básicas, por eso otorgamos ventajas que terminan facilitando los triunfos a nuestros rivales, que ni siquiera necesitan jugar bien para ganarnos.
Si la anemia de gol es un problema ancestral en nuestro fútbol, y a nuestros delanteros les cuesta una enormidad convertir en torneos internacionales, y su promedio de gol es insignificante, entonces, no es una buena idea recurrir sólo a ellos para afrontar los certámenes como la Copa Libertadores o la Copa Sudamericana.
Oriente lo sufre en carne propia esta vez porque no cuenta con definidores ni "especialistas" en la materia, sus alternativas de ataque tienen bajo promedio de gol, y, además, sus volantes demostraron que les cuesta marcar diferencia en la alta competencia.
Wilstermann también padece por lo mismo, aunque en su caso, no pudo acabar con este déficit ni con jugadores extranjeros. En este caso tiene que ver la falta de jerarquía de los refuerzos.
A Bolívar le ocurrió algo similar y quedó eliminado en la etapa preliminar de la actual versión de la Copa Libertadores. Se aplazó por falta de variantes y por el bajo nivel futbolístico de sus delanteros.
La falta de gol, un mal que también padece la Selección nacional.Ilustración: Fontanarrosa. Tomado de internet.
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