sábado, 26 de marzo de 2011

POCO PARA RESCATAR

Bolivia volvió a ser víctima de sus flaquezas y sumó su segunda derrota en la era Quinteros, al caer anoche en su visita a Panamá. La primera la sufrió en el polémico encuentro con Letonia.
Poco para rescatar en un partido en el que a la Selección boliviana le costó asumir el protagonismo por la floja tarea del mediocampo y la inestabilidad de la defensa, que se complicó con la velocidad de los panameños.
Bolivia, además, siente mucho el bajón de algunos jugadores que podrían ser muy importantes por su experiencia, pero que, como ayer, terminan siendo un problema por su insolvencia en el juego.
Por ejemplo, Raldes está lejos del zaguero que lideraba la defensa con jerarquía. Se lo vio lento y sin reacción, y, encima, irascible, discutiendo demasiado con el árbitro y los rivales.
Álvarez está inseguro en la marca, no se proyecta casi nunca y abusa de los pelotazos largos, a dividir, que terminan favoreciendo al contrario. 
Rodríguez, que habitualmente jugaba como zaguero central, no termina de afirmarse como lateral derecho. No realiza bien las coberturas y termina mal las jugadas la vez que se proyecta.
En el mediocampo, Flores confunde temperamento con torpeza, golpea mucho y recupera poco la pelota. Carece del "timing", la sincronización del tiempo y distancia, que es clave para su puesto de volante central.
Miguel Loayza se aturdió con el ímpetu y la velocidad de los panameños, por eso aportó a cuentagotas con su habilidad y claridad para jugar.
En el ataque, Ricardo Pedriel casi no participó, tocó pocas veces la pelota. Demasiado frío, casi indiferente, en un partido que necesitaba de movilidad para ayudar a generar juego.
Para mí, lo más rescatable fue la actuación de José Alfredo Castillo. El atacante de Estudiantes Tecos no se quedó estático, se movió constantemente, se mostró siempre para recibir la pelota, retrasándose y yendo a los costados. Actuó de acuerdo a las necesidades del seleccionado, que genera poco y nada en ataque.
Nacho García mejoró bastante en relación a lo que viene haciendo en Bolívar, cometió pocas faltas y se equivocó menos con la pelota. Es un jugador a recuperar, muy importante para el mediocampo.
Ruddy Cardozo impuso su habilidad por momentos. La Selección necesita mucho más de él, es cierto, pero no se amilanó, intentó siempre con su gambeta ante la falta de socios para jugar la pelota.
El golero Arias no tuvo nada que hacer en los goles, y Marvin Bejarano, que sustituyó a Álvarez, le dio más dinámica al lateral izquierdo, trató de ser salida y apoyar en ataque.
A Gustavo Quinteros le queda mucho trabajo por delante, aunque no hay tiempo para lamentos, Bolivia tiene otro partido amistoso el lunes, esta vez ante Guatemala. 
Que la tercera sea la vencida. Ojalá.

* Foto diario El Día.

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