lunes, 11 de abril de 2011

UN DÍA DE FURIA

Hace 35 años, un 11 de abril como hoy, tuvo lugar el mayor escándalo internacional del fútbol cruceño.
Ocurrió en el entonces llamado estadio Willy Bendek, durante el encuentro que disputaron Guabirá con Liga Deportiva Universitaria de Quito, por el grupo 2 de la Copa Libertadores de América.
El partido fue suspendido a los 15 minutos porque el público invadió el campo de juego y agredió al árbitro uruguayo Omar Ruiz Darrosa (según los diarios locales, y  Gregorio Da Rosa, según el libro de la Conmebol), por sus polémicos fallos que perjudicaron a Guabirá.
Primero, Ruiz Darrosa o Da Rosa, expulsó al lateral argentino Daniel Osvaldo Cuiña a los 10 minutos; luego sancionó un penal a favor de Liga, convertido por Scalise; y, posteriormente, mandó a las duchas al otro marcador de punta azucarero, Félix "El Indio" Chávez, dejando con nueve jugadores al local y en ventaja al visitante. 
Todo ocurrió en el cuarto de hora inicial. La gente reaccionó con furia ante los polémicos fallos, medio centenar se metió en la cancha para hacer justicia con sus propias manos.
Ruiz Darrosa (Da Rosa) no sabía si correr o dar pelea. Se puso en guardia, enfrentó a un par de enfurecidos hinchas, pero al ver que le se venían encima cada vez más, optó por escapar a los camarines. En su afán, cayó rodando por las gradas. Al final, la policía logró salvarle el pellejo.
El partido, por supuesto, fue suspendido, y la Confederación Sudamericano de Fútbol le otorgó los puntos a Liga.
Las peculiares crónicas de los diarios de la época señalaron al árbitro uruguayo como responsable de los acontecimientos por lo que consideraron su descarada parcialización con el equipo ecuatoriano.
El título del diario El Deber, lo dice todo: Un asaltante internacional actuó en el Bendek.
Ese día de abril de 1976, Guabirá, sus hinchas, le hicieron honor al apelativo actual de "la furia roja".

1 comentario:

Anónimo dijo...

recuerdo que fue un aficionado de barba y alto que entró con un palo y correteó al árbitro hasta que éste cayó al camarín.