Blooming se convirtió en la pesadilla de los líderes. Si no los baja, por lo menos les frena su marcha. Pasó en semanas pasadas con Aurora, Real Potosí y Universitario, y ayer con Nacional Potosí.Su seguidilla de triunfos sirvió para que el Apertura siga estando para cualquiera (excepto Wilstermann y Real Mamoré), sin un candidato firme.
A todos les cuesta mantener una regularidad que les asegure una campaña más estable, menos impredecible, por eso la chance de varios.
Blooming volvió a pelear con sus fantasmas, como le viene ocurriendo seguido, sin embargo consiguió superar por méritos propios a un Nacional que no hizo mucho para llevarse alguna unidad del Tahuichi Aguilera, y ahora está a sólo tres puntos de los que comandan la tabla de posiciones.
El principal de Blooming fue el propio Blooming. Sus devaneos futbolísticos, su falta de contundencia, su (mala) costumbre de dar demasiadas libertades al rival, le complicaron una victoria que tendría que haber sido de mero trámite.
Se fue al descanso igualando sin goles por haber desaprovechado varias situaciones, desniveló de entrada en la segunda parte, se dejó estar, el rival empezó a incomodarlo un poco, hasta que finalmente apareció Boyero para darle una ventaja tranquilizadora.
Ahora se le viene La Paz FC en su reducto, con el Illimani como testigo un tanto lejano. Será la oportunidad de demostrar si está a la altura de los que pelean la punta desde hace un buen rato.
* Foto El Deber
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