Los directivos de Blooming le quitaron el apoyo a Pablo Repetto, por lo que el entrenador uruguayo dejará el cargo en cuestión de horas. En realidad, lo invitaron a renunciar para que el club no tenga que cargar con compromisos contractuales.
¡Cómo no le van a pedir a Repetto que se vaya si echaron a Gustavo Quinteros, un entrenador que les dio títulos, por no haber sido campeón en 2008!
Blooming está pagando con creces los desatinos de la dirigencia de principios de temporada, cuando sin razón valedera decidieron desligarse de Quinteros, un director técnico competente y exitoso, para contratar a Sergio Apaza, quien duró en el cargo menos de lo canta un gallo.
Apaza les dejó una carga difícil de soportar, Repetto lo puede testificar porque parte de su fracaso tiene origen en el armado del plantel, cuya responsabilidad recae directamente en Apaza y la comisión técnica celeste.
Blooming despidió a Quinteros, que le dio un título en 2005 y desarmó un equipo que perdió la final liguera en definición por penales, cuando lo coherente era mantener al entrenador que le devolvió credibilidad, competitividad y jerarquía, y retocar el buen equipo que tenía con un par de refuerzos de jerarquía.
Hoy, la realidad celeste es oscura y el futuro sombrío. Perdió el rumbo en el inicio de la segunda rueda y está obligado a despedir jugadores para rearmar su plantel, y eso, se sabe, tiene un alto costo.
* Foto ovacióndigital
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