Oriente sufrió una nueva recaída y terminó la primera rueda más cerca de la cola que de la punta. Los seis goles que le metió San José volvieron a poner al descubierto todos los males de este equipo que está muy lejos de lo que pretenden sus dirigentes e hinchas. Por lo visto en los resúmenes de televisión, el cuadro refinero fue un descalabro defensivo y terminó vapuleado por un rival que pudo haberle hecho más goles. El brasileño Da Rosa fue el verdugo de la tarde en el Jesús Bermúdez, al anotar tres de la media docena.
Oriente, entre otras cosas, no tiene fortaleza anímica, se cae ante el menor traspié, carece de liderazgos, y tampoco muestra esa mística que era parte de su identidad en otras épocas. Si a ello se le suman las deficiencias que muestra en sus diferentes líneas, el resultado está a la vista.
La goleada desbarató la ilusión que tenían los albiverdes de acercarse un poco más o por lo menos mantenerse al acecho de los punteros con medio torneo aún en disputa. La pésima actuación desvalorizó incluso la victoria ante Bolívar, lograda hace una semana, considerada un punto de partida para una levantada definitiva.
Así está Oriente hoy. Lejos de todo: de la punta, del buen juego, de la identidad albiverde.
* Foto La Patria.
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