Fútbol es fútbol. No siempre se gana jugando mejor que el rival. Blooming lo comprobó ayer en carne propia. Fue superior a The Strongest en todo el partido, sin embargo terminó resignando los tres puntos en el siempre difícil estadio Hernando Siles en los últimos minutos.
La academia cruceña supo recuperarse del traspié tempranero (descuido defensivo y gol del argentino Vázquez), controló el partido al ritmo que le convenía, llegó al gol en dos ocasiones (golazos de Boyero y Vieira) y tuvo orden. De esa manera consolidaba una victoria merecida e importante. Sin embargo, en la altura más que nunca, se sabe, los triunfos nunca están seguros hasta el pitazo final, porque los últimos quince minutos son fatídicos.
El veterano Coelho terminó siendo la figura con dos goles que salvaron a un The Strongest que tuvo la fortuna y el empeño de quien quiere el triunfo. La principal virtud del Tigre fue esa, ir con todo sobre un rival con bajas defensas.
A Blooming le faltaron reflejos para reaccionar rápido a los ponchazos de The Strongest, que se fue al ataque al todo o nada, y no lo supo liquidar a tiempo. Y un Tigre con vida es siempre temible.
* Foto La Prensa.
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