VIEJA, CREO QUE EL MONO LA CAGÓ

Sergio Galarza dice que no pudo dormir la noche del jueves. La causa del insonmio fue el error que cometió ante Wilstermann y privó a Oriente Petrolero de la victoria en el estadio Félix Capriles. El sentimiento de culpa le dio vueltas por la cabeza como el zumbido de un moscardón y le impidió conciliar el sueño.
El hecho desgraciado que amargó al golero me recordó uno de los cuentos que escribió Jorge Valdano hace unos años, titulado "Vieja, creo que tu hijo la cagó", en el que relata la historia de un arquero que ataja un penal en el último minuto, pero se mete en el arco con la pelota en las manos a recoger su gorra, y el árbitro dio el gol.

"Ahora era la mitad rojo-verde del campo la que se había puesto de fiesta al grito de «Felpa», «Felpa», «Felpa». Yo no sé lo que le pasó en ese momento, porque en veinticinco años nadie logró hablar con él del tema sin que se enfadara, pero para mí que esos gritos lo confundieron y eso lo llevó a tomar el camino más absurdo de su vida. Lo cierto es que se levantó del suelo endiosado, y queriendo prolongar ese momento mágico, cometió el error de ir a buscar la gorra dentro de la portería con la pelota debajo del brazo. El árbitro dudó antes de dar el gol, y el campo entero tardó en echarse las manos a la cabeza entre eufóricas risas celestes y sorprendidos lamentos verdirojos. El extraño coro de murmullos que quedó flotando en el ambiente desconcertó a don Jesús Eladio Felpa, que había sufrido con el penalty («hay que reconocer que fue justo, vieja») y se había alegrado con el paradón. Intuyó que algo malo había pasado, y con una mínima esperanza de haberse equivocado, miró a su santa mujer y le comentó entre triste y preocupado. "Vieja, creo que tu hijo la cagó".

Cosas de la vida. El yerro le provocó insonmio al "Mono" Galarza, pero no le quitó el sueño de ser campeón, y además tendrá su revancha mañana, cuando Oriente visite a Bolívar en la final adelantada del torneo.