Blooming jugó bien, pero se le aflojaron las piernas en la recta final y terminó perdiendo ante San José, en un encuentro en el cual el árbitro José Jordán fue permisivo con el local y permitió el juego mal intencionado.
La Academia controló el partido, se asoció para evitar un desgaste mayor, generó situaciones de gol, sin embargo estropeó su buena faena con un par de distracciones defensivas, bien aprovechadas por San José.
El local se adelantó con un zapatazo de Rojas (¿no tuvo algo que ver Jemio? la pelota fue donde estaba él) en jugada de tiro libre en la que se durmieron los bluministas, igualó Boyero con un golazo (guapeada, gambeta y zurdazo junto al palo), y desniveló Viruez al ganarle la espalda a los defensores de la academia.
El árbitro Jordán merece un párrafo. Tuvo una actuación lamentable, con cobros irrisorios, como en aquella acción en la que Ricaldi le entró duro de atrás a Robles. Era falta y, por lo menos, tarjeta amarilla. Sin embargo, no hubo amonestación y ordenó un bote de pelota a tierra.
Permitió la mala intención, producto de ella salió lesionado Sabja antes de los diez minutos de juego, y otros como Vieira, terminaron maltrechos. También pasó por alto algunas reacciones a jugadores de Blooming.
* Foto La Patria
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