Creer que ciertas cosas pueden cambiar cuando no tienen remedio, es un absurdo y también una ingenuidad. Es lo mismo que pensar que algunos jugadores pueden ser lo que algún día fueron, cuando en realidad hace tiempo dejaron pasar el tren que los llevaría a estaciones como el prestigio y el éxito.
Soy uno de esos ingenuos, lo reconozco. Celebré cuando José Alfredo Castillo volvió a Oriente Petrolero tras un paso aceptable por el Atético Mineiro. Le dejé una ventana abierta por las condiciones futbolísticas que tiene. Hasta me animé a decir que los albiverdes se convertían en el candidato número uno con él en sus filas. Lo dije pensando en que había cambiado...je, je.
Me negaba a aceptar cuando Carlos Valverde me decía una y otra vez: "Castillo es un ex jugador". Hoy le doy toda la razón. Sus actos van en dirección contraria a sus promesas de cambio. Sigue tan inmaduro como siempre y lejos de la brillante promesa que arrancó siendo el goleador del campeonato boliviano.
Algunos le dicen "pícaro", pero utiliza mal su "picardía", si uno la entiende como un acto de viveza, porque termina haciéndose expulsar como un tonto al protestar un gol legítimo en un partido liquidado y en el que él apenas había tocado un par de pelotas.
Castillo fue otro de los errores cometidos por Erwin Sánchez en esta etapa. El delantero no atraviesa un buen momento, es suplente en su equipo, vive involucrado en temas de indisciplina, sin embargo lo convocó. Una rama más para echarle leña al fuego en el que se está asando el director técnico.
* Foto educared.com
1 comentario:
LA NETHA K ESTA BIEN CHILO ESTE CASTILLO DE ARENA PERO MI PREGUNTA ES COMO LO HISIERON
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