sábado, 21 de marzo de 2009

Y DELE CON LA XENOFOBIA

El episodio de las banderas de Bolivia y Paraguay en la hinchada de Independiente para burlarse de los de Boca, diciendo que estaban llenos de bolivianos y paraguayos, sigue siendo tema a tratar en algunos medios.
Ojalá que esta insistencia con el asunto no sirva de "incentivo" a los resentidos e inadaptados que siempre existen en las tribunas para tomarse revancha en el encuentro entre Bolivia y Argentina, a disputarse el 1 de abril en La Paz, por las eliminatorias.
No está demás aclarar que los futbolistas argentinos, ni ningún integrante de la delegación rioplatense, tienen que ver con los barra bravas de su país y por ello no son responsables de lo ocurrido hace unas semanas en Buenos Aires.
Ramiro Blacut y Wilfredo Camacho vistieron las camisetas de Ferrocarril Oeste En los años 60 y cuentan su experiencia en el fútbol argentino, en una nota del diario La Prensa de La Paz, que transcribimos a continuación.

Blacut y Camacho, bien tratados

Ramiro Blacut y Wilfredo Camacho formaron parte de la Selección Nacional que obtuvo el título de campeón Sudamericano de fútbol en 1963. Un año antes de ese éxito, los dos coincidieron en el club Ferrocarril Oeste, de Buenos Aires, donde desplegaron sus condiciones.
Ambos coinciden en que fue otro tiempo que les tocó jugar en Argentina, “cuando la palabra xenofobia parecía que no existía”, según comentó Camacho.
“En 1962 llegué a Ferrocarril Oeste, un club de un muy buen nivel social; me dieron un trato ejemplar, nunca sentí nada extraño, nada de xenofobia, menos por ser boliviano, jamás tuve el más mínimo problema con la gente”, recordó Blacut, quien se fue a los 18 años y terminó sus estudios de colegio en la capital argentina.
“El asunto de la discriminación es reciente, es un problema nacido en otra época, más tarde que la nuestra”, agregó.
En su estadía conoció también a ciudadanos bolivianos que desarrollaban otras actividades en ese país, pero tampoco escuchó comentarios de actitudes denigrantes. “Creo que la xenofobia nació posteriormente. Al margen de los insultos propios de hinchas que apoyan a sus clubes, no sentí ningún mal trato. Son buenos los recuerdos que tengo de Ferrocarril Oeste”.
Wilfredo Camacho, por su parte, graficó con un episodio su paso por el club bonaerense. “Me vine rápido de Argentina para trabajar con la Selección con miras al Sudamericano de 1963, el club me pagó un sueldo a través de la Embajada argentina, ahí cobré el dinero que me correspondía”, aseguró.
Camacho dijo que se precia de ser nacionalista, razón suficiente para decir la verdad en este tema. “Sería mentir si digo que me trataron mal, en el tiempo que estuve en Buenos Aires me trataron muy bien, en ese tiempo no había estas situaciones de xenofobia”.

* Foto de la página de Ferro. Wilfredo Camacho es el segundo (de izq. a der.) de la fila de arriba en el cuadro del barrio Caballito, año 1962.

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