La Selección boliviana fue el tema de la semana, luego de lo sucedido en Denver, Estados Unidos, ante México. Perdió por goleada, jugó muy mal y llenó el horizonte de nubarrones con miras a sus encuentros por las eliminatorias ante Colombia en Bogotá y Argentina en la Paz.
Lo mostrado ante los mejicanos está a años luz de lo hecho frente a Brasil, hace poco tiempo. El equipo de Erwin Sánchez repitió cosas de los peores partidos en este ciclo que arrancó hace tres años: otorgó grandes ventajas defensivas por falta de coordinación y concentración, fue un colador en el medio campo porque no actuó como bloque, y no tuvo fuerza ofensiva porque le falta determinación a la hora de cruzar la media cancha.
Concretamente, Bolivia careció de consistencia en su juego. Los defensores marcaron poco y mal, los volantes no realizaron un buen trabajo de recuperación de pelota y recurrieron a las faltas constantemente que los llenó de tarjetas (aunque este caso se podría decir que el árbitro fue muy drástico), en tanto que los delanteros casi no participaron, naufragaron y pasaron desapercibidos.
Algo pasa en la Selección. No se nota el trabajo del denominado micro-ciclo que se realiza de tanto en tanto. Los altibajos individuales son llamativos y repercuten en la labor colectiva, es verdad, pero tampoco se notan progresos tácticos, ni la incorporación de conceptos que marquen a fuego al equipo y le permitan conservar su norte futbolístico.
Quienes trabajan en motivación sostienen que ésta nace o se fortalece cuando hay un objetivo claro, definido, y Bolivia baja los brazos con demasiada facilidad en la cancha, pierde el rumbo y termina dando papelones como ante México.
Sánchez está obligado a trabajar a fondo en el aspecto defensivo, ya que sin un buen bloque que defienda, no hay equipo que funcione. Mantener el cero en el arco propio es fundamental, porque a partir de ahí se pueden construir las victorias.
Asimismo, no puede prescindir de su base, integrada por Arias, Raldes, Juan Peña, Ronald Rivero, Nacho García, Martins y Jaime Moreno. Con esta columna (solo no estuvo Peña) armó una estructura sólida ante Brasil, jugó bien y consiguió un histórico empate en Río de Janeiro.
Otra vez en fojas cero. A empezar de nuevo aunque estemos a mitad de camino. No queda otra.
*Foto abc.com.py
1 comentario:
Me gusta mucho el futbol y siempre sigo a la selección Boliviana cada vez que puedo. He comprado Pasajes a rio
de janeiro y a Buenos Aires para ver al equipo y me gustaría poder seguir viajando para ver al equipo
Publicar un comentario